Fueras de Serie Parte 1 de 6


Comentarios al libro de Malcolm Gladwell

Tiempo de lectura: 10:00 minutos

Por qué unas personas tienen éxito y otras no?

Introducción

En esta primera parte explicamos porque las explicaciones comunes sobre el éxito de una persona en cierta área desde genios, estrellas de rock, empresarios del software, el del creador del internet entre otros muchos ejemplos son producto de su talento, trabajo duro y una serie de oportunidades y experiencias una fortuitas como la ventana de oportunidad de la fecha en donde nacimos, entre otras características, empecemos:

El misterio de Roseto, aquella gente solo moría de vieja.

Roseto era un poblado italiano en donde la gente vivía de trabajar en las canteras de mármol y cultivaba en las terrazas que estaban 8.0 kilómetros abajo, eran gente pobre y analfabeta y parecía que no había mejor futuro hasta que escucharon sobre una tierra lejana al otro lado del océano a finales del siglo XIX.

En 1882 once Rosetinos se embarcaron a Nueva York, se aventuraron al oeste y acabaron encontrando trabajo en una cantera de pizarra en Pensilvania, creció hasta que la corriente inicial de viajeros se convirtió en inundación y dejaron abandonadas calles completas de Roseto.

En la nueva tierra empezaron a comprar terrenos y a construir casas de dos pisos hechas de piedra y tejas rojizas estrechamente unidas a lado de un camino de carretas y construyeron una iglesia. Al principio llamaros al pueblo Nueva Italia, pero pronto le cambiaron por el nombre de Roseto, lo que les parecía muy propio porque la mayoría era de esa población .

Un joven y dinámico padre de la iglesia animo a los ciudadanos a rotar la tierra y plantar todo tipo de legumbres, a sembrar árboles frutales. Les facilitó semillas y el pueblo cobró vida, empezaron a criar cerdos y cultivar uvas para hacer su vino.

Construyeron escuelas, un parque y un convento, una panadería, restaurantes y bares, eran auto suficientes.

Aparecieron más de una docena de telares en donde se fabricaba blusas para el comercio textil. Los dos poblados vecinos eran uno de población mayoritariamente inglesa y otro mayoritariamente alemana.

Tal vez el pueblo aislado pudo haber pasado desapercibido de no ser por un médico llamado Stuart Wolf que descubrió de un periódico local, que casi nadie menor de 65 años había muerto en Roseto.

En esa época en 1850 los infartos tenían una fuerte incidencia en toda la población norteamericana por falta de control del colesterol. Wolf y su equipo investigaron registros de defunción, expedientes médicos y todo lo que pudieron.

Lo que descubrieron es que en Roseto nadie había muerto antes de los 65 años. Encontraron que no había suicidios, alcoholismo, drogadicción y apenas algo de delincuencia.

Buscaron úlceras pépticas y tampoco existían, la conclusión es que aquella gente solo moría de vieja, Roseto, era un lugar en donde no aplicaban las reglas normales.

Wolf comprendió que en Roseto no era la dieta, ni el ejercicio, ni los genes, ni la situación geográfica y entendieron que tenía que ser Roseto mismo y que sus habitantes tenían una rica vida comunitaria, charlaban entre ellos, cocinaban para sus amigos y vecinos, un rasgo distintivo era el igualitarismo que desalentaba a los ricos a no hacer alarde de su éxito y ayudar a disimular el fracaso de los perdedores, habían creado una poderosa estructura social de protección capaz de aislarlos de las presiones del mundo moderno.

Estaban sanos por ser de donde eran, por el mundo que habían creado para sí en su pequeña comunidad en las colinas.

En esa época la longevidad, según creencia convencional, era producto de nuestros genes, las decisiones que tomábamos respecto a la comida y el ejercicio y a la eficacia del sistema de salud, nadie estaba acostumbrado a ver la longevidad como un sistema comunitario. La gente con la que nos rodeamos ejerce un poderoso efecto sobre quienes somos. Roseto era un pueblo fuera de serie.

La oportunidad, el efecto Mateo

Porque al que tiene le será dado más y al que no tiene aún lo poco que tenga le será quitado. (Mateo 25, 29).

En la mejor liga de hockey de Canadá, que es la mejor liga del mundo. Los dos mejores equipos juveniles de entre 17 a 19 años, jugarán el campeonato, en Vancuver, de la liga conmemoración. Todos los participantes llevan golpeando el pot desde niños. El ministro de Columbia Británica estuvo presente, la televisión pública lo transmitió a todo el país.

El hockey Canadiense es una meritocracia, miles de niños empiezan a practicar desde el nivel de principiante incluso antes de la guardería, de ahí para adelante hay ligas para todos los grupos de edad y en cada uno de esos grupos los jugadores son tamizados, clasificados cuidadosamente y los más talentosos son pasados por la criba hacia el siguiente nivel.

Al llegar a la adolescencia los mejores son pasados a la liga de élite conocida como Junior A que es la cima de la pirámide.

Este proceso se hace en todas las escuelas y también así está organizado el futbol Europeo y de Sudamérica. Tampoco es muy diferente como se desarrollas los virtuosos del ballet, del arte y la música, así como los futuros científicos e intelectuales.

No se puede comprar un lugar en la liga Major Junior A, no importa quién sea el padre, si es un jugador digno de ese nombre la enormidad de caza talentos lo escogerá y si está dispuesto a trabajar para desarrollar esa capacidad el sistema le recompensará. El éxito está basado en el mérito individual de cada jugador, se les juzga por su propio rendimiento y no sobre cualquier otro hecho arbitrario. ¿O si?

Este es un libro sobre los fuera de serie, sobre hombres y mujeres que hacen cosas que están fuera de lo ordinario.

A lo largo de los capítulos presentamos un tipo de fuera de serie tras otro, genios, magnates de los negocios, estrellas del rock y programadores de software. Vamos a destapar los secretos de un letrado inminente y descubrir porque a los asiáticos se les facilita las matemáticas y examinaremos esas vidas de los sobresalientes entre nosotros los más expertos, más inspiradores y más talentosos.

Cuál es la pregunta que siempre nos hacemos sobre los triunfadores, queremos saber cómo son, qué tipo de personalidad tienen, que tan negligentes son y su modo de vida y con que talentos especiales pueden haber nacido y suponemos que son cualidades personales del individuo que alcanzó la cima.

En las biografías publicadas cada año de millonarios empresarios, estrellas de rock en turno, científicos notables, la historia se repite invariablemente entre nuestro héroe que nace en circunstancias modestas y en virtud a su propio empuje y talento se abre el camino a la grandeza.

Benjamín Franklin fue un hombre que se elevó de la nada, que nunca recibió patrocinio de su familia, que no disfruto las ventajas de una temprana educación, que desempeñó los oficios más humildes pero que vivió para estar frente a Reyes, ante empresarios y cuando murió dejo un nombre que la humanidad nunca olvidará.

En fueras de serie pretendo convencer al lector de que las explicaciones comunes del éxito no funcionan. La gente no se eleva de la nada, si sabemos algo de la familia que lo educó en su temprana edad, valores y si tuvo su patrocinio. Pero de hecho el exitoso es un beneficiario de ventajas y oportunidades ocultas, ocaciones éxtraordinarias y herencias culturales que le permiten, trabajando duro comprender algo que está fuera del alcance de los demás.

También marca una diferencia en donde y cuando nos criamos, la cultura a la cual pertenecemos y la herencia de nuestros antepasados conforman el modelo de nuestros logros que podamos alcanzar y empezar a imaginarlos. No basta con preguntarnos algo difícil de comprender con la lógica que destapa quien sí tiene éxito y quien no.

Los biólogos nos suelen hablar de la ecología de un organismo, el ejemplo típico es el árbol más alto del bosque que no solo nació de una bellota muy resistente, sino también porque no hubo animales que le comieran las raíces, tuvo agua suficiente y no había otro árbol que le cubriera el sol.

Sabemos que la gente de éxito viene de una semilla robusta, pero ¿Sabemos bastantes sobre la luz que lo calentó, del suelo favorable en que que se nació y que no hubo leñadores que lo cortaran?

Este es un libro en donde un pequeño pueblo fuera de serie, el hockey y bosques son un buen lugar para empezar porque la explicación de quién llega a la cima en el mundo del hockey es un poco más complicada e interesante de lo que parece; de hecho es bastante rara.

El Doctor Roger Berrinel y su esposa estaban sentados viendo un partido de hockey en el sur de Alberta, Canadá. Su esposa empezó a leer el programa que tenía los nombres, la posición del jugador el origen y el mes y año de nacimiento, de cada jugador de los dos equipos y descubrió algo que nadie había notado y es que los campeones de esa liga de ente 16 y 17 años, más del 80% habían nacido entre enero, febrero y marzo. Y lo comentó con su marido.

En la noche. El Dr. Berrinel consulto todas las fechas de nacimiento de jugadores de hockey que pudo encontrar y llego a la conclusión de que con aplastante cantidad los mejores jugadores habían nacido principalmente en enero y en segundo lugar en febrero y marzo y se propuso encontrar la explicación.

Y la explicación fue simple, no tiene nada que ver con propiedades mágicas de los nacidos en enero, febrero y marzo o la astrología.

Es simplemente que la fecha de corte en Canadá es el 1 de enero para los niños de 11 años que participarán en la selección, también es probable que de estos seleccionen a los más grandes, fuertes y mejor coordinados y que tengan cierta madurez.

Y qué pasa con los seleccionados, empiezan a tener mejor entrenamiento y a jugar 75 partidos por temporada en vez de 50 que juega la liga regular, y finalmente se llega a practicar el doble y el triple siendo seleccionado, con toda esa ventaja adquirida puede llegar con mayor probabilidad a la Mayor Junior A y de ahí a las ligas mayores. Berrinel argumenta que esos sesgos de distribución por edades se producen cuando ocurren tres factores al mismo tiempo: selección, clasificación y experiencia diferenciada

En cualquier actividad si desde temprana edad se les separa a los talentosos de los que no lo son y se les dota a aquellos talentosos de una experiencia diferenciada y superior, lo que hace es otorgar una enorme ventaja al pequeño grupo de nacidos poco después de la fecha de corte de cada selección.

Conclusión

Por el momento te puedo decir que en este libro encontraremos sorpresas como la que acabo describir, en donde una fecha de nacimiento influye para que ciertos talentosos puedan ganar los beneficios de la selección, clasificación y experiencia diferenciada o más intensa por decirla de otra forma. Estos conceptos aplican como veremos a cualquier actividad en donde la intensidad del trabajo produce exitosos resultados.


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