Comentarios al libro de John Gray
Tiempo de Lectura 9:00 minutos
El arte de amar a un extraño
Introducción
Las personas son diferentes.
Es curioso que exijamos que las personas que nos rodean sientan, piensen y se comporten como nosotros. Cuando reaccionan de manera distinta las interpretamos y las invalidamos; tratamos de cambiarlas cuando en realidad necesitan comprensión, aceptación y confianza. Nos quejamos esperando que algún día cambie, diciendo por ejemplo: » lo amaría si estuviera de acuerdo conmigo, si sintiera como yo o si hace lo que le pido».
¿Entonces el amor, es aceptar y apreciar a una persona sólo cuando satisface nuestras expectativas? Eso no es Amor, el amor verdadero es incondicional, no exige, sino que afirma y valora. El amor incondicional no es posible sin el reconocimiento y la aceptación de nuestras diferencias.
Al aceptar que las personas somos diferentes nos liberamos del impulso de cambiarlas
Unidad en la diversidad
Es posible que busquemos aún una unión más profunda con nuestra alma gemela, una persona especial con quien compartir la vida, como si el cielo lo hubiera dispuesto. Nos sentimos atraídos a esa persona no porque sea igual a nosotros sino porque es diferente.
Nuestra alma gemela representa inconcientemente lo que deseamos encontrar dentro de nosotros mismos.
Al amar a esa persona empezamos a encontrar esas cualidades ocultas en nuestro ser. Ese descubrimiento de nosotros mismos nos brinda satisfacción. Nuestro deseo de comprender, aceptar y apreciar las diferencias hará que estas emerjan en forma natural.
Es un desafío porque el proceso no siempre es fácil, la intensa atracción con alguien es un signo de que hay muchas diferencias que armonizar, muchos conflictos que resolver. La atracción no está bajo nuestro control.
Como nos sentimos atraídos a personas que son distintas a nosotros, es fundamental reconocer que somos diferentes
Estas notas sobre este libro explorarán sobre las principales diferencias entre hombres y mujeres. Al aceptar, respetar y apreciar esas diferencias pueden resolverse muchos de los problemas que interfieren en nuestras relaciones.
Comprender las diferencias entre Katy y Tom.
Tom quiere su espacio. Cuando ambos se reúnen después de trabajar ella quiere hablar de sus respectivos días, mientras que él quiere olvidarse del suyo viendo una revista o viendo televisión. Cuanto más trata ella de mantener una conversación, el más se resiste y más tensión sienten ambos. Después de varias preguntas que desearía Katy que le hiciera Tom. Tom ya se encuentra irritado, Cuando Katy percive la irritación de Tom, se siente herida y pregunta, «¿estás enojado conmigo?». No! Contesta él mientras piensa “sólo quiero un poco de paz”.
Ahora si, ella está fastidiada y él también. Y Tom «piensa para sus adentros, ahora ni el noticiario puedo disfrutar tranquilamente, ¿porque no me deja tener paz en mi casa?, yo tuve un día difícil. Yo no la acoso con un montón de preguntas!»
En este caso Katy solo está tratando de actuar como quisiera que la trataran a ella, solo quiere saber cómo le fue a Tom pero él siente que ella no respeta su espacio.
Por otro lado Katy piensa que ya no la quiere, que la da por sentada, todo lo que ella hace es por ayudarlo, y siente que ya no la escucha.
«Él sabe que tuve un día difícil en el trabajo y que necesito hablar. Me mostré atenta con él pero no quiso escuchar.
Alice trata de complacer, Henry necesita más apreciación.
Alice está molesta porque siente que todo lo que hace por ayudar a Henry es desvalorado y rechazado.
En una palabra Alice se anticipa a cada necesidad de Henry y trata de satisfacerla. Luego lo resiente, porque Henry no hace lo mismo por ella.
Henry llega a casa cansado de trabajar, cuando siente el resentimiento de su mujer, no aprecia por completo todo lo que ella hace. Preferiría que hiciera menos y apreciará lo que él hace por ella. Él necesita que ella esté feliz y le ofrezca respuesta con más calidez. Henry se aleja debido a la actitud de mártir de Alice con respecto a su relación, quiere que valore lo mucho que trabaja. Así como ella desea sentirse especial, él desea sentir que es el héroe de su mujer.
Patric invalida los sentimientos de Jennifer
Patric llega a su casa y lo primero que hace es mirar la correspondencia, luego escucha sus mensajes y acaricia al perro. Después rápidamente hojea el periódico y va a la cocina donde está Jennifer que prepara la cena, lo primero que dice es, ¿porque estás mezclando esas especies?
Jennifer se siente criticada y le contesta de mala gana, «porque tengo ganas», pero en sus adentros dice «ni siquiera me saludo y ya está criticándome, no está entusiasmado de verme, yo lo espero todo el día y no me dio ni un beso o un abrazo. No le importo nada y tiene el descaro de venir a criticar mi comida».
«Porque siempre insistes en criticarme cuando ya te pedí que no lo hicieras? Eres cruel. Ni siquiera te importa como me siento. Ya no me amas, no vale la pena tomarme el trabajo. Sólo te interesas por ti mismo».
Patric no comprende la razón de los sentimientos de Jennifer. No se da cuenta que comentarios como, “no puedo creerlo,”, o » armas un escándalo por una tontería», invalidan los sentimientos de ella y la hacen sentirse peor, se siente desvalida y la pone más a la defensiva.
Patric supone erróneamente que Jennifer estaría más feliz si fuera como él, de modo que trata de cambiarla en lugar de explorar sus necesidades y satisfacerlas. Cómo la mayoría de los hombres, no entiende que las mujeres son diferentes.
Como revaluar nuestras suposiciones
Observemos cuatro formas corrientes de suponer que el hombre y la mujer son iguales, afecta la relación en modo negativo.
Es difícil brindar apoyo y cariño
Cuando pretendemos que la otra persona reaccione como nosotros, inevitablemente nos sentimos frustrados si reacciona diferente. Por frustración es posible que automáticamente empecemos a invalidar las reacciones de nuestra pareja aunque nuestra intensión original fuera brindarle apoyo y cariño.
Por ejemplo Jennifer se molesta porque Patric no comparte sus sentimientos, ni válida los de ella. No puede creer que él realmente se ocupe de ella porque parece que ha perdido todo el interés.
Es difícil brindar ayuda
Es posible que también ofendamos a nuestra pareja tratándola como queremos que nos trate a nosotros, equivocadamente suponemos que lo que es bueno para uno es bueno para el otro.
El hombre puede sentirse agobiado por el amor de su pareja y es normal que se agobie con tanto cariño. Ella no podrá ayudarlo a menos que comprenda las diferencias en las necesidades de ambos.
Para las mujeres es difícil, apreciar, aceptar y confiar.
Los problemas surgen cuando pretendemos que la otra persona piense, sienta, y se comporten como nosotros. Patric en general le da prioridad a sus asuntos y cuando eso pasa, sin considerar las necesidades de Jennifer, a ella le resulta difícil apreciar, aceptar y confiar en qué él la ama.
Esa falta de comprensión mutua surge de una diferencia fundamental entre hombres y mujeres, cuando están estresados los hombres tienden a dar prioridad a lo que es más urgente y se concentran en ello, la gran desventaja de esa clase de reacción ante el estrés es que se olvidan de las otras responsabilidades o le dan poca importancia. Incluida su pareja y su familia.
Cuando a las necesidades de Jennifer se le resta importancia ella se siente mal, no puede entender esa reacción porque ella reacciona de un modo diferente, cuando está estresada y cuando las mujeres están estresadas tienden a tomar mucha más conciencia de la variedad de problemas y exigencias que pesan sobre ellas y desean hablar.
Pasar por alto las necesidades de alguien que les importa a fin de concentrarse por completo en resolver un problema de trabajo, no es una experiencias común, por eso le resulta difícil confiar en que realmente Patric la ama.
Para los hombres es difícil brindar cariño, comprensión.
Cuando Jennifer reacciona con suceptibilidad, luego de un largo día de trabajo, sintiéndose abrumada y desesperada, él siente que ella se queja porque no la ayuda lo suficiente. Desde el punto de vista de Jeniffer solo necesita descargarse y ser oida. Simplemente ella desea hablar de lo que siente y el supone que ella quiere que le arregle sus problemas. En lugar de escuchar que es lo que ella quiere, la interrumpe con todo tipo de soluciones, Jeniffer no obtiene lo que necesita y Patric no siente aprecio por lo que trató de ayudar con las soluciones que ofreció.
Gracias a suposiciones erróneas los dos terminan frustrados.
Es imposible hacer adelantos en la relación si no reevaluamos nuestras suposiciones básicas, los hombres y las mujeres son diferentes. La gran mayoría de los conflictos surgen de un malentendido básico, suponemos que somos iguales cuando en diversos modos hombres y mujeres son tan diferentes como si fueran seres de otros planetas. Si no comprendemos de qué manera somos diferentes, nuestros esfuerzos para aclarar los misterios de cómo mantener viva la magia del amor ni siquiera puede empezar a dar frutos.
Y si los hombres vinieran de Marte y las mujeres de Venus?
Supongamos por un instante que así es. Cuando llegaron los hombres se sorprendieron en la forma en que se sentían enfrente de esos bellísimos seres. Los marcianos empezaron a sentirse poderosos y vitales. Por sus músculos nació un nuevo sentido de responsabilidad y propósito.
Las habitantes de Venus reaccionaron con la misma fuerza ante la llegada de los marcianos, y sabían intuitivamente que ese día llegaría. Cuando vieron a los marcianos experimentaron un sentimiento de amor y confianza desconocido para ellas. Durante algún tiempo vivieron en armonía sin conflictos.
El secreto de su éxito era el reconocimiento de las diferencias de cada uno. Ninguno de los dos trato de cambiar al otro y apreciaban como las diferencias complementaban al otro. A través de su interacción todos se sentían más poderosos y satisfechos.
Una mañana cuando los efectos de la atmosfera habían hecho sus efectos sobre los habitantes despertaron y olvidaron que tenían distintos motivos, propósitos, objetivos, valores, impulsos, necesidades y reacciones.
Olvidaron que tenían formas diferentes de sentir, pensar, reconocer, conceptualizar, percibir, comprender, decidir y llegar a una conclusión. Olvidaron que tenían formas distintas de actuar y responder.
En una noche perdieron la conciencia necesaria para respetar las cualidades únicas de cada uno; ahora las diferencias eran interpretadas como defectos y achaques, manifestaciones temporales de estupidez, mezquindad, locura, inmadurez, terquedad, egoísmo, debilidad o maldad.
Las diferencias se habían convertido en fuente de conflicto, en vez de gozo, apreciación y admiración.
De un modo similar hombres y mujeres nos sientimos obligados a cambiarnos en vez de apoyarnos, brindando cariño y valorandonos. Entonces cada vez resulta más difícil dar y recibir apoyo.
Las relaciones pierden su magia y se presenta la confusión y la lucha, disminuyendo el vínculo del amor.
Conclusión
El reconocer que hombres y mujeres somos diferentes y no permitir que esas diferencias sean interpretadas como defectos, debilidad o maldad, nos permitirá escuchar con el propósito de mantener la comunicación abierta y fluida para aclarar los malos entendidos, las suposiciones erróneas y nos permitirán mantener la flama del amor mutuo e incondicional que todos esperamos.
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