Sapiens, de animales a dioses Parte 1 de 9

Comentarios al libro de Yubal Noa Harari.

Tiempo de lectura: 12 minutos.

Introducción

En este capítulo del libro Sapiens, Yubal nos explica con todo detalle la aparición del dinero y del crédito para que la economía se expanda constantemente y la descripción del capitalismo desde su origen con el libro de Adam Smith

El credo capitalista

El dinero ha sido esencial tanto para construir imperios como para mover la ciencia. Pero, ¿es el dinero el objetivo último de esas empresa o quizá solo una peligrosa necesidad?

No es fácil entender el verdadero papel de la economía en la historia moderna. Se han escrito volúmenes enteros sobre la manera en que se fundaron estados y otros se arruinaron, se abrieron nuevos horizontes y esclavizo a millones de personas, hizo girar las ruedas de la industria pero también condujo a cientos de especies a la extinción.

Para poder comprender la historia económica moderna solo necesitamos comprender una única palabra y la palabra es crecimiento. Para bien o para mal en la salud y la enfermedad, la economía moderna ha crecido como un quinceañero saturado de hormonas que se come todo lo que encuentra a su paso y añade centímetros con más rapidez de lo que tarda en contarlos. Durante la mayor parte de la historia la economía mantuvo aproximadamente el mismo tamaño y si la producción global aumento se debió a la expansión demográfica y a la colonización de nuevas tierras, la producción per cápita se mantuvo estática.

Sin embargo todo esto cambio en la era moderna. En 1500 la producción percapita anual era de 400 Euros de promedio mientras que en la actualidad de 2014 cada hombre, mujer o niño produce 6500 Euros . ¿Que explica este crecimiento prodigioso? Un ejemplo :

Las leyes bancarias norteamericanas actuales permiten que un Banco pueda prestar 10 veces los fondos que realmente tiene en sus bóvedas es decir si tienen un millón de dólares pueden prestar hasta diez veces ese monto o sea diez millones de dólares . Si todos los depositantes en un banco quisieran sacar su dinero el mismo día no podrían hacerlo, el banco se hundiría de inmediato por qué no tienen los fondos líquidos o disponibles, los ha creado en forma de créditos. Lo mismo sucedería al Lloyds, Deutsche Bank, Citibank y todos los bancos del mundo. Parece un sistema piramidal de fraude pero si es un fraude,toda la economía es un fraude.

El hecho es que no es un engaño si no más un tributo a las asombrosas incapacidades de la imaginación humana. Lo que permite que los bancos y la economía entera sobrevivan y prosperen es nuestra confianza en el futuro.

Esta confianza es el único respaldo para la mayor parte del dinero del mundo, es la confianza en que el dinero de los créditos bancarios serán devueltos con la ganancia del pago de intereses que garantizan la solvencia o capacidad de pago de los bancos.

El dinero es una cosa asombrosa por qué puede representar multitud de objetos diferentes y convertirlos en casi cualquier otra cosa. Sin embargo antes de la era moderna esta capacidad estaba limitada.

En la mayoría de los casos el dinero podría representar y convertirse únicamente en cosas que ya existían en el presente, esto imponía graves limitaciones al crecimiento puesto que hacía difícil financiar empresas nuevas. La humanidad estuvo atrapada en este brete por miles de años como resultado las economías se mantenían congeladas. La manera de salir de la trampa no se descubrió hasta la era moderna con la aparición del sistema basado en la confianza en el futuro, en el que la gente aceptó representar bienes imaginarios o bienes que no existía en el presente, con un tipo de dinero especial al que llamaron crédito .

El crédito nos permite construir el presente a expensas del futuro. Se basa en la suposición de que es seguro que nuestros recursos futuros serán mucho más abundantes que nuestros recursos actuales. Hay toda una serie de oportunidades nuevas y magníficas que se abren ante nosotros sí podemos construir cosas en el presente utilizando los ingresos futuros.

Por ejemplo : Puedes construir tu casa con un crédito hipotecario que obtienes hoy de un banco para pagarlo a plazos en el futuro. ¿Si el crédito es una cosa tan maravillosa por qué nadie pensó en el durante mucho tiempo? claro que si lo hicieron, los acuerdos crediticios han existido en todas las culturas humanas, el problema de las épocas anteriores no era que nadie tuviera la idea o supiera cómo utilizarla. Era que la gente rara vez quería extender mucho crédito porque no confiaba en que el futuro era mejor que el presente, por lo general pensaban que las épocas pasadas eran mejores que el presente y que el futuro sería peor o, en el mejor de los casos, parecido. Por lo tanto, la gente pensaba que era una mala apuesta.

Esta es la razón por la cual muchas culturas llegaron a la conclusión de que amasar grandes fortunas era pecaminoso, tal como dijo Jesus: es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja a que entre un rico en el reino de los cielos (Mateo 19:24). Si el pastel es estático y yo deseo una parte grande del mismo entonces debía ser arrebatada una porción de alguien más. Los ricos estaban obligados a hacer penitencia por sus malas obras, dando parte de las riquezas que les sobraban a actos de caridad.

Si el pastel global se mantenía del mismo tamaño, entonces no había espacio para el crédito. El crédito es la diferencia del pastel de hoy y el del mañana. Si la economía permanece invariable ¿por qué extender crédito? Sería un riesgo inaceptable a menos que el rey nos pidiera nuestro dinero, y él mismo podría robarle una porción a un competidor. De manera que en el mundo pre-moderno no era difícil de conseguir un préstamo y cuando se conseguía alguno solía ser pequeño y sujeto a altas tasas de interés.

De modo que a los emprendedores honrados les resultaba difícil abrir nuevas empresas y los grandes Reyes que querían construir Palacios o emprender una guerra, solo tenían elección de conseguir los fondos mediante impuestos y tarifas elevadas. Esto les iba bien a los Reyes mientras a los súbditos se mantuvieran dóciles. Pero una criada de tras cocina que tuviera una idea de crear una panadería con pastelería y desea ascender socialmente, sólo podía soñar con la riqueza mientras fregaba los suelos de la cocina real. Era una causa perdida debido a que el crédito era limitado, la gente tenía dificultades para financiar nuevos negocios.

Debido a que había pocos negocios, la economía no crecía y como no crecía, la gente suponía que no lo haría. Y los que tenían el capital recelaban o temían extender crédito porque no había crecimiento económico. Entonces la expectativa de estancamiento económico se cumplía.

Un pastel que crece.

Después vino la revolución científica y la idea de progreso se basó en la hipótesis de que si admitimos nuestra ignorancia e invertimos recursos para la investigación, las cosas pueden mejorar.

Esta idea pronto se tradujo en términos económicos. Quien crea en El Progreso, crea que los descubrimientos geográficos, inventos tecnológicos y las mejoras a la organización pueden aumentar la suma total de la producción, el comercio y la riqueza humana.

Nuevas rutas comerciales en el Atlántico podrían prosperar sin arruinar las antiguas rutas en el Océano Índico, se podrían producir nuevos bienes sin reducir la producción de los antiguos. Por ejemplo, se podría abrir una pastelería especializada en pasteles de chocolate sin que las panaderías especializadas en producir pan se arruinaran.

Simplemente, todo el mundo desarrollaría nuevos gustos y comería más. Entonces, yo puedo ser rico sin que tú te empobrezcas, yo puedo ser obeso sin que tú mueras de hambre. Todo el pastel global puede aumentar constantemente.

A lo largo de los últimos 500 años, la idea de progreso convenció a la gente para que depositará cada vez más confianza en el futuro y abrió el camino para más crédito todavía. Esto no ocurrió de la noche a la mañana; la economía se comportaba como una montaña rusa más que como un globo. Pero a la larga una vez superados los desniveles la dirección general era inequívoca. Hoy en día hay tanto crédito en el mundo, que los gobiernos, las empresas comerciales y las personas privadas obtienen fácilmente créditos grandes a largo plazo y a un interés bajo que exceden por mucho los ingresos reales.

La creencia en el crecimiento económico global acabo siendo revolucionaria. En 1776 el economista escocés Adam Smith escribió el libro La Riqueza de las Naciones probablemente el manifiesto económico más importante de todos los tiempos. En el capítulo octavo de su primer volumen Smith planteaba el siguiente razonamiento novedoso: cuando un terrateniente, un tejedor o un zapatero obtiene mayores beneficios de los que necesita para mantener a su familia, utiliza el excedente para emplear a más ayudantes con el fin de aumentar todavía más los beneficios. Cuanto más beneficios empresariales obtenga, más ayudantes podrá emplear. De ahí deduce que el crecimiento de los beneficios empresariales privados es la base del aumento de la riqueza y la prosperidad colectivas.

Quizá esto no te parezca novedoso puesto que todos vivimos en un mundo capitalista que da por sentado el razonamiento de Smith y cada día oímos variaciones sobre el tema. Sin embargo la afirmación de Smith de que el impulso egoísta humano de aumentar los beneficios privados es la base de la riqueza colectiva es una de las ideas más revolucionarias de la historia humana. Revolucionaria no sólo desde una perspectiva económica, sino también desde una perspectiva moral y política, lo que dice Smith es que en realidad la codicia es buena y que al hacerme rico, yo beneficio a todos no sólo a mí, entonces el egoísmo es altruismo.

Smith enseño la economía como una situación en donde siempre se gana, en la que mis beneficios son también tus beneficios. No sólo podemos gozar ambos una porción mayor del pastel al mismo tiempo, sino de un aumento de tu porción depende del aumento de mi porción, porque si soy pobre tú también lo serás porque no puedo comprar tus productos o servicios, si soy rico tú también lo serás puesto que ahora si podrás venderme algo.

Smith negaba la contradicción tradicional entre riqueza y moralidad y abría de par en par las puertas del cielo para los ricos. Ser rico significaba ser moral. En el relato de Smith, la gente no se hace rica despojado a otros sino aumentando el tamaño total del pastel. Y cuando el pastel crece todos salimos ganando. En consecuencia los ricos son la gente más útil y benéfica de la sociedad.

Sin embargo todo depende de que los ricos emplean sus ganancias para abrir nuevas fábricas y contraten nuevos empleados y no malgasten en actividades no productivas. Por eso Smith repetía como un mantra la importancia de la reinversión productiva de los beneficios y no del tipo Scrooge que guarda el dinero en una caja fuerte y solo, lo saca para contarlo en firma improductiva.

Una parte crucial de la economía moderna capitalista fue la aparición de una nueva ética, según la cual los beneficios deben reinvertir en producción. Esto genera más beneficios así sucesivamente Ad Infinitum. Las inversiones se pueden haber de muchas maneras: ampliando la fábrica, realizando investigación científica, desarrollando nuevos productos. Pero todas esas inversiones han de traducirse en aumentos a la producción y mayores beneficios económicos.

En el nuevo credo capitalista el más sagrado de los mandamientos es: los beneficios de la producción han de aplicarse en aumentar la producción que traduzca en mayores beneficios.

Esta es la razón por la que se le llama capitalismo al capitalismo ya que distingue el capital de lo que es riqueza, el capital consiste en dinero, bienes y recursos que se invierten en la producción. La riqueza en cambio se entierra bajo el suelo o se malgasta en actividades improductivas.

Esto contrasta con el comportamiento de los nobles medievales que adoptaban una ética de de generosidad y consumo inútil. Gastaban en torneos, banquetes, palacios y guerras. También en caridad, iglesias y catedrales monumentales. Pocos intentaban invertir los beneficios en aumentar la producción de su finca, desarrollar nuevas variedades de trigo o buscar nuevos mercados.

En la época moderna la nobleza ha sido substituida por una nueva élite capitalista no constituida por duques y marqueses sino por industriales, presidentes de juntas directivas o corredores de bolsa. Estos magnates son mucho más ricos que la nobleza actual y están menos interesados en el consumo extravagante y gastan una parte mucho menor de sus beneficios en actividades no productivas.

El capitalista inversor se traslada de una junta a otra mientras trata de descubrir dónde invertir su capital y sigue los altibajo s de la bolsa de valores para checar las acciones que posee.

Los gobiernos también hacen inversiones en infraestructura para poder facilitar el comercio y obtener mayores impuestos o en educación tecnológica de punta para que generen salarios elevados que pagarán más impuestos.

Mi Conclusión

La aparición del dinero y el descubrimiento posterior del crédito, permitieron la expansión de la economía mundial al reinvertirse los beneficios como lo presenta Adam Smith e su libro La riqueza de las naciones que se convirtió en un modelo económico, pero también social y sobre todo moral, cuando se descubre que ser industrioso no es tal como lo marca la biblía, porque genera empleo y la posibilidad de distribuir la riqueza de una mejor manera, hacia clases medias educadas y productivas.


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