De Conferencia de Daniel Goleman en la Universidad de Miami, en el Green MBA
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La administración verde de nuestra vida implica conocer todos los productos que compramos y cuál es su huella e impacto en el medio ambiente. Saber por cada unidad de producción el desperdicio generado como son los plásticos, poliestireno, papel, productos de limpieza, paneles solares, lámparas incandescentes, baterías, etc.
Actualmente se genera solo el 5% del desperdicio en el hogar del consumidor, es lo que vemos y el 95% restante en las unidades de producción, en el almacenaje y en el ciclo de distribución.
En la Ecología industrial se medirá el impacto del desperdicio a nivel de la salud, en la sociedad y en el medioambiente, este nuevo concepto ecológico se utiliza para medir el impacto, en todo el ciclo de vida del producto, desde las materias primas de proveedores, incluyendo los desperdicios, la producción, la distribución logística, la comercialización en el punto de venta y finalmente el uso por parte del consumidor final y el desperdicio residual.
El medir constantemente el impacto en la salud de la naturaleza, los animales y los humanos, abrirá nuevas oportunidades de negocio que surgirán en el mercado debido al cambio hacia la nueva tendencia Ecológica.
Se definirán los modelos toxicológicos y los efectos biológicos. Nuevas iniciativas como la del software Goodguide.com permiten evaluar con el teléfono celular, en el punto de venta, aplicaciones actualizadas en tiempo real, utilizando el lector de código de barras, cuáles son los activos tóxicos de los productos que compramos, y su huella en la ecología.
En el futuro, esta información será transparente, las compañías productoras compartirán la información y los clientes finales estarán empoderados con información para retroalimentar a sus proveedores de bienes y servicios.
Cómo será:
- Conocer el impacto de cada ingrediente.
- Favorecer la mejora.
- Compartir lo que sabes a través de Facebook y enviar un email al proveedor.
- Los vendedores finales promoverán la ecología con actitud socialmente responsables para mejorar la cadena de suministro.
El software ya existe, están las herramientas y son útiles para tomar mejores decisiones. Goodguide.com es un ejemplo. Con este se obtienen factores nutricionales, contenido de químicos, impacto social, en la salud y hasta el número de obreros involucrados en toda la cadena, desde la producción hasta el consumo final de forma que los proveedores de productos corrijan sus fallos. Todas las empresas pueden mejorar con esta retroalimentación.
Las ecomadres (así, modernas mamás con conciencia ecológica) son las que están más impactadas y quieren promover el cambio, pensando en sus bebés. Actualmente el 10% de la población está muy consciente de la toxicidad de los productos.
Recordemos que todavía no hay censores de los riesgos que sufrimos hoy como los carcinógenos, el calentamiento global o la contaminación química del agua. No hay métodos de medición a la mano, se necesitan medios para la alerta temprana. Uno es Goodguide.com. Esto requiere revaluar el proceso total de producción, casi reinventar todo a la luz de la transparencia ecológica. Se tienen entonces:
A) Calificación en salud
B) Calificación social
C) Calificación en medio ambiente
En la unidad de producción se tienen entradas de otros procesos, entradas directas de la naturaleza, salidas hacia otros procesos o producto terminado y salidas a la naturaleza. Es posible estudiar la cadena mundial de suministro y lo que afecta a la ecología del aire, el agua y la tierra.
Existe también en Estados Unidos una aplicación de software para registrar y hacer los cálculos del impacto ambiental de cada unidad de producción que se quiera evaluar. Cuando se hacen las mejoras, se recalcula y se republica con las mejoras realizadas. Es el software desarrollado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts «LC Assessment Project», es transparente, completamente accesible en la web, extensible y modular.
Mi Conclusión
Conocer el impacto ecológico de todas las acciones humanas desde el consumo energético, hasta el consumo de bienes básicos como la alimentación, el vestido y en general todas las acciones humanas están generando desperdicios de los cuales solo vemos la punta del iceberg, ya que la mayoría de los desperdicios se quedan en el productor. Por eso es necesario programas como Goodguide.com que actualmente solo es aplicable en Estados Unidos.
Aquí en México, hay una gran oportunidad para alguna empresa o aún alguna universidad para desarrollar un sistema similar aplicable para productores y para los productos que se venden en Nuestro Mercado, para conocer, medir y mejorar el impacto total en el medio ambiente. Especialmente importante medir el desperdicio de las empresas maquiladoras cuyos productos no se venden en México, pero se puede estar quedando el desperdicio generado.
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