Relaciones Estados Unidos China
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Ahora analizaremos las posiciones en las que se encuentran Estados Unidos y China en la actualidad y me adentraré en lo que significan las circunstancias existentes para las relaciones entre ambas potencias. Puesto que ambos colosos están rivalizando abiertamente en varios campos, podemos decir que están librando “conflictos” e incluso guerras externas de diverso tipo, de modo que conviene analizar en qué punto se encuentran estos enfrentamientos. Por lo general podría decirse que estamos ante versiones modernas de viejos modelos de enfrentamiento (por ejemplo, (en la carrera por liderar una nueva tecnología o por desarrollar más poder militar) que debemos poner en contexto sobre todo estudiando escenarios históricos similares y aplicando los principios universales y intemporales que se derivan de tales casos.
Así pues, ahora me centraré principalmente en las relaciones entre Estados Unidos y China aunque sin duda se trata de un ajedrez multidimensional, que requiere que los responsables políticos y los inversores macro consideren las posiciones y posibles movimientos de otros jugadores clave; es decir como en las acciones de otras potencias que también tienen en juego intereses y consideraciones económicas, políticas, militares, etcétera. En este sentido, conviene tener en cuenta las decisiones de India, Japón o Rusia, así como países asiáticos como Australia y las naciones europeas. Todos ellos tienen que considerar sus movimientos de acuerdo con sus propios intereses. Por avatares de mi oficio -inversión macro a escala global- puedo decir que es complicado considerar todos los movimientos simultáneas que puedan darse. Es aún más complejo lo que hacen los políticos, pero ellos tienen mejor acceso a información. De acuerdo que abordo todas esas cuestiones con humildad y partiendo de esa posición me referiré con total franqueza a las relaciones y guerras entre Estados Unidos y China.
En qué punto están los estadounidenses y los chinos?
A mi modo de ver, el destino y las manifestaciones del Gran Ciclo han conducido a esas dos países y a sus líderes hasta las posiciones en las que ambos se encuentran hoy. Estados Unidos experimentó el auge propio del Gran Ciclo, con el apuntalamiento de factores determinantes de poder que se reforzaron mutuamente hasta propiciar excesos que indujeron al debilitamiento progresivo de algunos de esos factores. En paralelo China sufrió un largo declive de modo que sus condiciones existentes intolerablemente malas terminaron generando cambios revolucionarios. Dieron pie a nuevas situaciones que propiciaron el auge que hoy experimenta el gigante asiático por tanto de acuerdo con la explicación clásica que he presentado en este libro Estados Unidos pareciera estar en declive y China parece estar en auge.
El gran endeudamiento de Estados Unidos propició la impresión de dinero como forma de limpiar los déficits públicos haber llegado a esa posiciones, consecuencia de los éxitos pasados, que a su vez condujeron a esos excesos. Por ejemplo, los grandes logros de Estados Unidos a escala global hicieron que el dólar estadounidense se convirtiese en la moneda de reserva dominante, lo que permitió a los estadounidenses pedir dinero prestado al resto de mundo incluida China, de forma excesiva, lo que ha terminado dejando al país norteamericano en la frágil situación de deberle una gran cantidad de dinero o a otros países incluida China. Esta es una posición endeble, porque se trata de mantener en pie un endeudamiento excesivo que va a más de modo que no tarda en producirse la monetización y a raíz de esto esa gigantesca deuda termina negociándose a tipos de interés que llegan a ser negativos. En China el colapso de sus finanzas debido a la debilidad de la deuda y la moneda y los conflictos tanto internos como externos motivaron su declive financiero en el marco del Gran Ciclo, además, ese nivel se produjo mientras Estados Unidos seguía en auge. Estas condiciones tan adversas produjeron cambios revolucionarios que al final llevaron a la creación de nuevos incentivos y a la adopción de enfoques de mercado que produjeron grandes avances económicos para China. De ese desarrollo surgen también las grandes brechas de riqueza que como es lógico cada vez preocupan más a los chinos.
La historia nos enseña que hay cinco tipos principales de guerras 1) guerras comerciales/económicas, 2) guerras tecnológicas, 3) guerras geopolíticas, 4) guerras de capitales 5) guerras militares ya todas ellas les podríamos añadir 6) guerras culturales y 7) la guerra contra nosotros mismos. Si bien cualquier persona sensata desearía que esas guerras no se dieran y que imperase la cooperación, debemos ser prácticos y reconocer que existen y partiendo de esa base es importante utilizar casos históricos para mejorar nuestra comprensión de la realidad y pensar qué es más probable que suceda a continuación y cómo podemos abordar ese futuro de manera satisfactoria. Con distintos grados de intensidad, ese tipo de guerras están ocurriendo en la actualidad. No podemos tratarlas como conflictos aislados sino que más bien debemos reconocerlas como lo que son: conflictos interrelacionados que funcionan como extensiones de un conflicto más grande que se está desarrollando. Al ver cómo se desarrollan debemos tratar de comprender los objetivos estratégicos de cada lado.
La historia ha demostrado que el éxito de los países depende de que se mantengan en pie los factores determinantes que garantizan el poder, sin que se acumulen los errores y excesos que conducen al declive de las Naciones. Los países realmente exitosos han podido lograr esto por espacio de 200 o 300 años pero ningún país ha podido hacer que su tiempo en la cima se extienda para siempre.
La Guerra Comercial/Económica
Como todas las guerras, dependiendo de lo lejos que estén dispuestos a llegar los combatientes, la guerra comercial puede pasar de ser una disputa manejable a poner en peligro la vida de millones de personas. Hasta ahora no hemos visto que las guerras comerciales entre Estados Unidos y China haya ido muy lejos. Más allá de las disputas comerciales hay tres características económicas importantes que Estados Unidos tiene sobre la economía China:
- El gobierno chino aplica una gama de políticas y prácticas intervencionistas destinadas a limitar el acceso al mercado de bienes, servicios a empresas extranjeras, protegiendo así sus industrias nacionales mediante la adopción de prácticas desleales.
- Los chinos ofrecen apoyo público a sus industrias nacionales, además de recursos y favores regulatorios, resultando en políticas diseñadas para extraer tecnologías avanzadas que desarrollan compañías extranjeras, algo en particular delicado en sectores más sensibles.
- Los chinos están robando propiedad intelectual y se cree que algunos de esos robos están patrocinados por el Estado, mientras que otros no son castigados ni puestos bajo supervisión de las autoridades.
Históricamente, la fase más peligrosa de la guerra comercial/ económica ocurre cuando se corta el acceso de la otra potencia a las rutas de intercambio que permiten realizar importaciones básicas y esenciales. Cada vez que se actúa para cortar el acceso a importaciones de bienes esenciales se está produciendo una escalada importante que puede llevar a un conflicto mucho peor. Por estas razones ambos países en especial China están experimentando un giro hacia una mayor producción interna y a un cierto desacoplamiento, orientado a reducir la dependencia mutua como ha afirmado el presidente Xi Jingpin el mundo está experimentando cambios no vistos en un siglo y frente a una crisis externa y un entorno caracterizado por un creciente proteccionismo, una recesión económica mundial y un mercado internacional en contracción, China debe aprovechar al máximo las ventajas de un enorme mercado interno. Durante los últimos 40 años el gigante asiático ha adquirido la capacidad y la fortaleza suficientes para dar ese paso, por eso, en los próximos cinco años veremos que ambos países se vuelven más independientes entre sí. La reducción de esas dependencias será mucho mayor en el caso de China que en Estados Unidos.
La Guerra Tecnológica
La guerra tecnológica es mucho más seria que la guerra comercial porque es probable que quien quiera que la gane también ganará Las guerras militares y todas las demás formas de enfrentamiento.
El sector tecnológico Chino se ha desarrollado con rapidez en clave interna para servir a los chinos y se esta convirtiendo en un gran competidor en los mercados mundiales. Al mismo tiempo, China sigue dependiendo en gran medida de las tecnologías de Estados Unidos y otros países. Estados Unidos parece tener hoy una mayor capacidad y habilidad en lo referido a la tecnología, pero ese liderazgo se está reduciendo y debilitando en diversos campos. Por ejemplo aunque Estados Unidos va por delante en el desarrollo avanzado de chips de inteligencia artificial, está atrazado en las redes de G5. Las capitalizaciones de mercado de las empresas tecnológicas estadounidenses son aproximadamente cuatro veces mayores que las de sus homólogos chinos. Pero es que el cálculo subestima la verdadera fuerza tecnológica de China porque excluye empresas no cotizadas como Huawei o Ant Group y también considera los desarrollos tecnológicos no empresariales (es decir, manejados directamente por el gobierno) de modo que deja fuera cuestiones en donde China tiene mucha fuerza. Además si nos ceñimos a las empresas cotizadas Tencent y Alibaba ya son la séptima y octava firmas del sector con mayor capitalización en el mundo cerca de las estadounidenses Facebook, Amazon, Apple, Microsoft y Google. En alguno de los subsectores tecnológicos más importantes los chinos ya van a la cabeza, por ejemplo el 40% de los principales redes de supercomputación civil a escala global se encuentran en suelo chino. Su ventaja también es clara en ciertos segmentos de la carrera por dominar la inteligencia artificial y el Big Data como ocurre también en lo referido a la computación cuántica, el cifrado y encriptado de comunicaciones, etcétera.
También podría ocurrir lo mismo en el ámbito de las Fintechs en lo que el volumen de transacciones de comercio electrónico en el mundo y el monto de pagos basados en dispositivos móviles es mucho más alto en China. Es probable que existan tecnologías que incluye los servicios de inteligencia que los estadounidenses desconocen, puesto que se están desarrollando en secreto.
Es probable que China avance en todos estos Campos, lo que mejorará la calidad de su proceso de toma de decisiones, generando así otro frente de ventaja relativa ante Estados Unidos. Al fin y al cabo Big Data + inteligencia artificial + súper computación es igual a la mejora del proceso de toma de decisiones. los Chinos están recopilando muchos más datos por persona de los que se recopilan en Estados Unidos y además tienen cuatro veces más población con una ventaja que aprovechan para invertir fuertemente en el desarrollo de la inteligencia artificial y los poderes de supercomputación para sacar el máximo provecho.
En cuanto al suministro de dinero, tanto el capital de riesgo como el gobierno están proporcionando cantidades prácticamente ilimitadas de financiación a los desarrolladores chinos. En cuanto a la oferta de mano de obra disponible, lo cierto es que la cantidad de graduados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, es aproximadamente 8 veces mayor en China que en Estados Unidos. El país norteamericano en cambio tiene un liderazgo tecnológico general pero está atrasado en algunas áreas. Por supuesto cuenta con dos polos de conocimiento vitales para el desarrollo de nuevas innovaciones, como las universidades y sus empresas tecnológicas. Pero si bien Estados Unidos no está fuera del juego, su ventaja relativa está disminuyendo porque la capacidad de innovación tecnológica de China está mejorando a un ritmo mucho más veloz. Hace 37 años las élite chinas se maravillaron cuando les entregué unas calculadoras electrónicas de mano. Visto su avance imagina donde puedan llegar a estar dentro de 37 años.
Para combatir las amenazas tecnológicas, Estados Unidos ha respondido impidiendo que empresas chinas como Huawei operen en Estados Unidos e intentado socabar su uso en todo el mundo lo que perjudica su viabilidad a través de sanciones que pueden impedir por ejemplo, que las firmas castigadas obtengan los imputs necesarios para su producción.
En cuanto al robo de tecnologías aunque por lo general se acepta que es una amenaza notable, lo cierto es que las medidas tomadas contra las compañías chinas no parecen estar de todo justificadas. Si una empresa está infringiendo una ley dentro de un país por ejemplo Huawei en Estados Unidos, lo lógico sería activar un proceso judicial que investigue si eso sucede y presente evidencia de supuesto espionaje perpetrado por dicha compañía. Sin embargo no ha ocurrido nada de eso. El miedo al auge de la competitividad china es otra factor motivador que hace que los responsables políticos actúen de otra forma. Por supuesto los dirigentes no pueden admitir de forma pública que la competitividad tecnológica del país esté perdiendo su ventaja relativa frente a China, como tampoco pueden manifestarse abiertamente en contra de la libre competencia, que durante siglos ha sido explicada al pueblo estadounidense como algo justo que conduce a mejores resultados. Por tanto su explicación es compleja.
Se está produciendo un desacoplamiento tecnológico que a su vez explica por el desacoplamiento general de China y Estados Unidos y tendrá un gran impacto a la hora de determinar cómo evolucionará el mundo en los próximos cinco años.
Que puede implicar un cambio a peor en la dinámica de la guerra tecnológica? Estados Unidos tiene un liderazgo claro pero su ventaja relativa se está reduciendo con rapidez. Los chinos tienen una gran dependencia de las tecnologías importadas que a menudo son estadounidenses e, incluso cuando no lo son, están sujetas a la influencia del país norteamericano. Esto crea una gran vulnerabilidad para China, lo que sin duda es un arma que Estados Unidos puede utilizar a su favor. El desequilibrio es en especial evidente en el caso de los semiconductores más avanzados pero también se puede observar en otras tecnologías. Lo que sucede con el fabricante de chips de referencia mundial Taiwán Semiconductor Manufacturing Company será una dinámica muy interesante, porque dicha compañía está ubicada en Taiwán, y porque venden mucho a China, su situación también está muy marcada por las posturas que asume Estados Unidos. Hay muchas importaciones de tecnología China que son esenciales para asegurar el bienestar de China pero no sucede al revés, porque Estados Unidos importa muchos menos bienes y servicios tecnológicos hechos en el gigante asiático. Si Estados Unidos cierra el acceso de China a tecnologías esenciales, eso implicaría que se dispararía el riesgo de que se desate una guerra de tipo militar. Por otro lado, si los acontecimientos continúan desarrollándose como hasta ahora, China seguirá preparándose para ser mucho más independiente y consolidar en cinco o 10 años una posición tecnológica mucho más fuerte propiciando el desacople antes comentado. Esta situación que evoluciona día a día es importante estar al tanto de todo lo que sucede en ese ámbito.
La Guerra Geopolítica
Es probable que de la soberanía sea el problema que más preocupa a China, sobre todo en lo referido a la parte continental del país, a Taiwán a Hong Kong y a los mares del este y de Sur chino. Además hay otras áreas importantes de relevancia estratégica y económica, como los países que forman parte de la iniciativa de la Franja y la Ruta. Como puedes imaginar el Siglo de la Humillación (siglo XIX) y las invasiones de los bárbaros extranjeros influyeron enormemente a Mao y a los dirigentes de épocas posteriores. De modo que el liderazgo Chino insiste en la idea de la soberanía, pretende recuperar las partes de China que considera que han sido arrebatadas (por ejemplo Taiwán y Hong Kong) y se dispone a fortalecerse para nunca más enfrentar una situación de debilidad que pueda ser aprovechada por parte de las potencias extranjeras. El anhelo de soberanía y el deseo de mantener las distintas formas de hacer las cosas, es decir su cultura, es la razón por la cual los chinos rechazan las presiones estadounidenses orientadas a pedir un cambio de políticas internas en China como más democracia, tratar de manera diferente a los a los tibetanos y a los uigues, cambiar el enfoque de sus relaciones con Hong Kong y Taiwán, etcétera.
En privado los líderes chinos señalan que ellos no le dicen a Estados Unidos como debe tratar a sus personas dentro de sus fronteras, de hecho creen que tanto Estados Unidos como los países europeos son culturalmente propensos a hacer proselitismo, es decir, a imponer a otros sus valores, sus creencias judeocristianas, su moral y sus formas de operar y opinan qué esta inclinación se arrastra desde hace milenios, desde antes incluso de las cruzadas.
En lo tocante a la soberanía es probable que Taiwán sea el tema más peligroso de todos. Muchos chinos creen que al menos que se vea obligado a hacerlo, Estados Unidos no cumplirá su promesa implícita de permitir que Taiwán y China se unan. Opinan que cuando Estados Unidos vende aviones de combate F-16 a Taiwán, así como otros sistemas de armas, parece estar actuando en contra de la reunificación pacífica de China. Por eso cree que la única forma de garantizar que China esté segura y unida es garantizar que tienen el poder de plantar cara a Estados Unidos. Ahora militarmente China es más fuerte en Asia que cualquier otra potencia. Además es probable que el ejército Chino siga creciendo a un ritmo cada vez más rápido, de modo que para evitar los escenarios de destrucción mutua asegurada, se pueden plantar escenarios en que la disuación sería el resultado. Por tanto como expliqué antes me preocuparía mucho el estallido de una crisis en torno a la soberanía de Taiwán. Como por ejemplo una cuarta crisis en el estrecho de Taiwán. En un escenario así lucharía Estados Unidos para defender a Taiwán? La respuesta es incierta.
Mi experiencia me lleva a pensar que China no desea una guerra abierta con Estados Unidos y tampoco busca controlar por la fuerza a otros países. Caso distinto es el deseo de influir lo máximo posible en los países de su área y región . Sé que el liderazgo Chino comprende lo terrible que sería una guerra abierta y se preocupa de no caer en escenarios que conduzcan involuntariamente a una situación así, al estilo de la Primera Guerra Mundial. En cuanto a la influencia en el resto del mundo tanto Estados Unidos como China tienen ciertas áreas geográficas que consideran más importantes, principalmente las de mayor proximidad, países y zonas más cercanas a sus fronteras o las que permiten el acceso a ciertos recursos o bienes y servicios esenciales, ambas potencias se esmeran en evitar cualquier escenario en el que puedan verse privadas del acceso a determinados recursos naturales o tecnologías imprescindibles. Las áreas más importantes para los chinos son en primer lugar, los territorios que consideran que deben formar parte de china, en segundo lugar las zonas ubicadas en el contorno de sus fronteras, en los mares de China y las rutas de suministro más importantes, en tercer lugar los países de la iniciativa de la Franja y la Ruta y en cuarto lugar las naciones proveedoras de importaciones clave. En menor medida los mercados de exportación son relevantes a la hora de fijar prioridades.
En los últimos años China ha ampliado de manera significativa sus actividades en esos países estratégicamente relevantes, en especial en los países de la iniciativa de la Franja y la Ruta, así como en los países en desarrollo más ricos en recursos naturales y en algunos países desarrollados. Esto está pesando enormemente en las relaciones geopolíticas a escala internacional. Muchas de esas actividades se canalizan por la vía económica, con inversiones en los países seleccionados: préstamos ventajosos, compra de activos, construcción de infraestructuras, prestación de apoyo militar y de otro tipo, etcétera. En paralelo Estados Unidos está retirando de tales lugares su ayuda y sus estrategias de influencia. Esta globalización económica ha sido tan extensa que la mayoría de los países han tenido que pensar mucho a la hora de decidir si permite que los chinos desplieguen ese tipo de comportamiento dentro de sus fronteras. En términos generales cuanto más cerca está un país de China mayores es, la influencia que China desea tener sobre él. La pregunta de si es mejor alinearse con Estados Unidos o con China, es algo en especial relevante en el caso de aquellos países que están en medio de esa disputa por el poder global.
En los últimos años la influencia China sobre otros países se ha expandido notablemente, mientras que la influencia estadounidense ha menguado. Esto también ocurre en las organizaciones multilaterales como, por ejemplo, Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, en la Organización Mundial de Comercio, la Organización Mundial de la Salud o la Corte Internacional de Justicia. Buena parte de esos organismos fueron establecidos por Estados Unidos en los primeros compases del Orden Mundial estadounidense. A medida que Estados Unidos se ha ido alejando de tales entes, su papel se está debilitando y China está jugando un papel cada vez más importante en ellos. Durante los próximos cinco a 10 años, además del desacoplamiento que veremos en otras áreas, será frecuente ver cómo los países se aproximen a una u otra potencia líder. Más allá del dinero y el poder militar la forma en que Estados Unidos y China usen su poder blando para trenzar alianzas será vital para determinar el mapa de poder global. Será importante ver cómo evolucionan las alianzas porque a lo largo de la historia, el país más poderoso suele verse derrocado por una coalición de países que son menos poderosos, pero que colectivamente se vuelven más fuertes. Quizás la relación más interesante que debemos observar es la de China y Rusia.
También es de interés ver qué hacen los distintos países cuando surgen circunstancias que exigen un alineamiento (por ejemplo, con respecto a Huawei).
Además de los riesgos y oportunidades políticas que surgen en clave internacional, existen también grandes riesgos y oportunidades políticas que influyen en el orden interno de los países. Siempre hay facciones que se disputan el control y el poder, de modo que los cambios de liderazgo pueden producir cambios importantes en las estrategias y las políticas que se desarrollan interna y externamente. Quien asume el poder enfrentará los desafíos preexistentes y dará con las circunstancias propias del Gran Ciclo. Dado que todos los líderes y realmente todos los participantes en esos Ciclos evolutivos incluidos nosotros mismos, vivimos solamente una parte de esos ciclos, tenemos que estudiar cómo se manejaron circunstancias análogos en el pasado e intentar manejar de forma más inteligente la diversidad de posibilidades que se pueden llegar a dar en el futuro.
La Guerra de Capitales
Como ha demostrado la historia, uno de los mayores riesgos que enfrenta cualquier sistema en conflicto es el miedo a que se corte el acceso al dinero/capital esto puede suceder por varias razones a) los movimientos que hacen los oponentes o b) acciones dañinas autoinfligidas, como por ejemplo endeudarse demasiado o devaluar la moneda, lo que reduce el acceso a capital. El objetivo de una guerra de capital es aislar al enemigo porque si no hay dinero = a no hay poder. La gravedad del conflicto incide en prácticas más o menos duras. Las sanciones pueden adoptar formas muy distintas, principalmente financieras, económicas, diplomáticas y militares. Dentro de cada una de estas categorías hay numerosas variantes, versiones y formas de aplicación. Los principales factores que debemos tener claro son los siguientes:
• El mayor poder de Estados Unidos proviene de tener la moneda de reserva líder en el mundo, lo que le da a Estados Unidos un enorme poder adquisitivo, puesto que le brinda la capacidad de a) imprimir una moneda global que es ampliamente aceptada en el extranjero y b) controlar quién tiene acceso y quién no al dólar.
• En la actualidad, Estados Unidos corre el riesgo de perder su condición de moneda de reserva.
El dólar estadounidense sigue siendo la moneda de reserva mundial dominante porque se utiliza mucho más que cualquier otra divisa para canalizar el comercio y las transacciones de capital. La historia demuestra que en la principal moneda de reserva no pierde su estatus con rapidez, porque una vez que ha sido adoptada por mucha gente y se ha imbuido profundamente en el sistema es costoso y difícil sustituirla. En la siguiente tabla se puede ver el peso que tienen las distintas monedas en las reservas de los bancos centrales:
Porcentaje de reservas en los en los principales bancos centrales:
Dólar. 51% Euro. 20% Oro. 12% Libra. 5% Reminbi. 2%
Debido a que el dólar es la moneda dominante en el comercio mundial, los flujos de capital y las reservas de la banca central es indudable que constituye la principal moneda de reserva del mundo, lo que coloca Estados Unidos en la posición envidiable, porque puede imprimir una moneda de alcance global y también tiene la capacidad de imponer sanciones con mayor facilidad cuando desee mermar el poder de sus enemigos. Estados Unidos tiene hoy un amplio arsenal de sanciones a su disposición y de hecho son las armas que emplea de forma más recurrente. Apartir de 2019 Estados Unidos tenía en vigor unas 8,000 sanciones dirigidas contra personas, empresas y gobiernos.
Estados Unidos corre el riesgo de perder su posición dominante como potencia que ostenta la moneda de reserva por diferentes motivos:
• Según diversas métricas que indican cuál debería ser el peso en un escenario más equilibrado, el volumen de deuda denominada en dólares que ostentan los inversores extranjeros, los bancos centrales o los fondos soberanos es desproporcionadamente grande.
• El gobierno y el banco Central estadounidense siguen aumentando las cantidades de deuda y dinero denominadas en dólares, y lo están haciendo a un ritmo extraordinariamente rápido, por lo que es probable que sea difícil encontrar una demanda adecuada de deuda de Estados Unidos y la reserva Federal tendrá que monetizar una gran cantidad de dinero. Al mismo tiempo, los incentivos financieros para mantener esa deuda en cartera son cada vez menos atractivos, porque el gobierno de Estados Unidos está pagando sobre esos títulos una rentabilidad insignificante, en términos nominales y negativa en términos reales.
• Acumular deuda como medio de reserva de riqueza durante una guerra es menos deseable que durante una época de paz, por lo que si los acontecimientos nos acercaran a una guerra, tanto la moneda fiduciaria como el valor de la deuda (que no deja de ser una promesa de recibir moneda fiduciaria) irían a menos en relación con otras variables . Hoy en día, este no es un problema importante, pero puede llegar a hacerlo si Las guerras se intensifican.
• China posee aproximadamente un billón de dólares de deuda pública estadounidense, lo cual sin duda es arriesgado, pero no tanto como se suele decir, puesto que tal cifra equivale solo al 4% de los 28 billones de dólares de deuda que Estados Unidos tenía circulación en mayo de 2021. Sin embargo, debido a que otros países se dan cuenta de que las acciones tomadas contra China pueden llegar a tomarse contra ellos, es probable que cualquier acción tomada contra la tenencia China de activos en dólares aumenta el riesgo percibido de atesorar activos de deuda en dólares, lo que reduciría la demanda de esos activos. En la actualidad esto no es un problema, pero parece que próximamente puede empezar a hacerlo.
• En gran medida, el papel del dólar como moneda de reserva depende de que la moneda estadounidense se intercambie libremente entre países, por lo que en la medida en que Estados Unidos pueda llegar a imponer controles sobre los flujos del dólar política monetaria que vaya contra los intereses del resto del mundo, la moneda norteamericana sería menos deseable como moneda de reserva mundial.
Por tanto no existen divisas de reserva mundial atractivas para competir con el dólar. La historia ha demostrado que siempre que a) no hay apetito por una moneda y b) no existen divisas alternativas que sean lo suficientemente atractivas para generar ese apetito, entonces dos monedas se devalúan y el capital busca otras formas de inversión por ejemplo el oro, las materias primas, las acciones, las propiedades inmobiliarias, etcétera. Por tanto no es necesario tener una moneda alternativa fuerte para que se produzca una devaluación de tal moneda. Pero todo esto puede cambiar. En la medida que Estados Unidos y China sigan librando gueras de ese tipo, el desarrollo de los mercados de capitales y de divisas en China será perjudicial para Estados Unidos y beneficioso para el poder relativo del gigante asiático. Si Estados Unidos no ataca los mercados de capitales y de divisas chinos con un intento por debilitarlos, y si los chinos no merman sus propios mercados de capitales y divisas a base de introducir cambios de política económica y financiera que hagan que estos mercados sean menos atractivos, es probable que los mercados de capitales y divisas del gigante asiático se desarrollen con más rapidez y sean cada vez más capaces de competir con los mercados estadounidenses. Depende de los formuladores de política estadounidenses decidirse si intentarán interrumpir o no este camino evolutivo, volviéndose más agresivos o asumiendo esta evolución, que es posible que conduzca a que China se vuelva relativamente más fuerte, más autosuficiente y menos vulnerable ante eventuales presiones por parte de Estados Unidos.
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