El Gran Ciclo del Dinero, el Crédito, la Deuda y la Actividad Económica
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Lo que desean la mayoría de las personas y los países es tener más riqueza y poder. El dinero y el crédito son factores muy importantes. Para todo lo relativo a estas cuestiones si uno no entiende bien cómo funciona el dinero y el crédito no puede comprender cómo funciona el sistema, si uno no entiende cómo funciona el sistema, entonces tampoco podrá comprender lo que se avecina en el futuro. Por ejemplo si no somos conscientes de cómo los locos años 20 llevaron a una burbuja de deuda y produjeron una gran brecha en el reparto de la riqueza económica de la nación, entonces tampoco entendemos hasta qué punto el estallido de esa burbuja condujo a la gran depresión de 1930-1933 lo que a su vez provocó grandes conflictos socioeconómicos y produjo que Franklin D. Roosevelt fuera elegido presidente en 1932. De hecho esto explica el hecho de que poco después de su investidura Roosevelt anunciase un nuevo Plan según el cual el gobierno central y la reserva Federal favorecería la emisión de dinero y crédito, algo que también estaba ocurriendo en otros países. Y también podemos ver en la actualidad en el marco de la respuesta a la crisis causada por la pandemia de covid-19. Por eso a menos que uno comprenda cómo funciona el dinero y el crédito no podrá comprender porqué el mundo cambió como lo hizo en 1933 o qué fue lo que sucedió después (la segunda Guerra mundial). De hecho la ramificaciones de las circunstancias económicas previas a la guerra también tuvieron implicaciones en términos de la resolución del conflicto bélico o del Nuevo Orden Mundial de 1945. En cambio si uno puede reconocer la mecánica subyacente que impulsó todos estos acontecimientos en el pasado, uno puede comprender mejor lo que está sucediendo en el presente y también puede hacerse una idea mucho más clara de lo que es probable que suceda en el futuro.
Hablando de estos temas con destacados historiadores y con líderes políticos de todo el mundo, incluyo aquí a jefes de Estado de ayer y hoy y ministros de exteriores y finanzas o a banqueros centrales. Unos y otros llegan a la conclusión de que cada uno de nosotros controla diferentes piezas del rompecabezas que permite explicar cómo funciona el mundo. Me faltaba una comprensión práctica adecuada del funcionamiento de la política y la geopolítica mientras que a ellos les faltaba una compresión práctica adecuada de la forma en que operan el dinero y el crédito. Algunos de estos expertos me dijeron que entender el dinero y el crédito les ha ayudado a comprender mejor las lecciones de la historia. Por mi parte creo que conocer su experiencia en la gestión pública me ha ayudado a mí a conocer mejor las dinámicas que afectan y determinan las decisiones políticas este capítulo se centra en el dinero, el crédito y la economía. !Empezamos!.
Los Fundamentos Atemporales y Universales del Dinero y el Crédito
Todas las entidades (personas, empresas, organizaciones sin fines de lucro y gobiernos) han enfrentado siempre las mismas realidades financieras básicas, a un lado tienen un dinero que entra por la puerta (es decir ingresos) desde el otro lado otro dinero, que sale por la ventana (es decir gastos) cuando se acumulan y consolidan los ingresos y los gastos podemos conocer cuáles son los ingresos netos. Estos flujos se miden mediante los balances que construyen una cuenta de resultados, si una entidad genera más de lo que gasta entonces tiene una ganancia y un beneficio que hace que su reserva de ahorros aumente, en cambio si esa entidad gasta más de lo que gana los ahorros disminuyen y la diferencia se compensa pidiendo prestado o tomando capital de otra persona. Si una entidad tiene muchos más activos que pasivos (es decir, si posee un gran patrimonio neto) podrá gastar por encima de sus ingresos a base de liquidar activos y así cerrar el déficit. Pero esto tiene fecha de caducidad, puesto que no será posible seguir haciéndolo, cuándo se acabe el dinero, momento en que tocará recortar gastos. En cambio cuando esa entidad no tiene muchos más activos que pasivos y además sus ingresos caen por debajo de la cantidad necesaria para cubrir el total de los gastos operativos y los gastos de servicio de la deuda, lo que toca será recortar gastos para evitar un escenario donde se incumplan los compromisos y sea necesario reestructurar las deudas contraídas.
Tal cómo se refleja en sus estados de resultados y balances la forma en que las entidades manejan colectivamente sus finanzas es el principal aspecto impulsor de cambios en los órdenes internos y mundiales. Si uno puede comprender bien la estructura de sus propios ingresos, gastos y ahorros tiene mucho ganado . Por tanto es fácil imaginar lo importante que es ser capaz de hacer ese mismo cálculo estimativo para el conjunto de una economía.
Por ejemplo dado que el gasto de una entidad es el ingreso de otra, cuando una entidad recorta sus gastos, eso no solo perjudicará a la otra entidad, sino que también golpea a otras que dependen de los gastos de la otra entidad para obtener sus ingresos. De manera similar dado que las deudas de una entidad son los activos de otra entidad que incumple sus compromisos financieros reduce de esta forma los activos de otras entidades. Provocando un recorte de sus gastos, esta dinámica produce una contracción económica que se refuerza a sí misma y se convierte en un problema político a medida que la gente empieza a disputarse un pastel cada día más reducido.
Como principio hay que recordar que la deuda se come el capital. Lo que quiero decir con esto es que por encima de todo las deudas tienen que devolverse, por ejemplo si uno es dueño de una casa es decir si tiene una propiedad como forma de capital y por circunstancias adversas ya no es posible cumplir con los pagos de la hipoteca, la casa acabará vendida o incluso será recuperada por el banco. Dicho con otras palabras, se le pagará al acreedor antes que al propietario de la casa. A raíz de esto cuando tus ingresos son menores que tus gastos, cuando tus activos son menores que tus pasivos, (es decir tus deudas) en el fondo vas camino a tener que vender tus activos.
A diferencia de lo que cree la mayoría, no existe una cantidad fija de dinero y crédito. Los bancos centrales pueden crear con facilidad dinero y crédito. A las personas, las empresas las organizaciones sin ánimo de lucro y los gobiernos les gusta que los bancos centrales manejen más crédito y dinero porque esto aumenta su poder adquisitivo. Cuando el dinero se gasta y el dinero disponible se consume, la mayoría de los bienes, servicios y activos de inversión aumentan su precio. Sin embargo, esto genera igualmente una deuda que deberá pagarse en algún punto, lo que requiere que al final las personas, las empresas, las organizaciones sin ánimo de lucro y los gobiernos se vean obligados a gastar menos de lo que ganan lo cual en clave sociopolítica es difícil y doloroso. Por eso el dinero, el crédito, la deuda y la actividad económica operan bajo procesos intrínsecamente cíclicos. En la fase de creación de crédito la demanda de bienes, servicios y activos de inversión así como su producción avanzan con fuerza mientras que en la fase de devolución de la deuda su comportamiento es mucho más débil.
Esto es exactamente lo que sucedió a raíz de la crisis económica causada por la pandemia de Covid-19, también se han producido circunstancias similares en otros periodos de la historia, y entonces quién paga? Lo cierto es que los perjudicados son aquellos que están fuera del banco Central y todavía mantienen sus deudas como activos (efectivo y bonos) puesto que no tendrán los rendimientos esperados y no podrán preservar su poder adquisitivo.
En mayor problema que enfrentamos ahora colectivamente es que para muchas personas, empresas, organizaciones sin ánimo de lucro y gobiernos, sus ingresos son demasiado bajos en relación con sus gastos y sus deudas y demás pasivos (como lo son también las obligaciones públicas en materia de pensiones, sanidad, etcétera) son cada día más importantes en relación con el valor de los activos manejados.
Si los pasivos son enormes en relación con los ingresos netos o el valor de los activos controlados, estamos ante una situación de debilidad financiera, por mucho que gracias al gasto financiado a base de endeudamiento no lo parezca.
En resumen con la única gran e importante excepción que mencioné con anterioridad estas realidades financieras básicas funcionan de la misma manera para ti y para mí que para todos las personas, empresas, organizaciones sin ánimo de lucro y gobiernos. Todos los países pueden imprimir dinero y generar crédito nuevo para dárselo a la gente y ayudar de esta forma a que se siga gastando o prestando dinero.
La deuda se come el capital, pero los bancos centrales pueden alimentar la deuda a base de imprimir dinero. Sin embargo, no todo el dinero que imprimen los gobiernos tiene el mismo valor. La divisa que es ampliamente aceptada en todo el mundo se convierte en una moneda de mundial de reserva.
Tener una moneda de reserva es fantástico porque le da a un país un nivel excepcional de poder adquisitivo y genera también un margen elevado de endeudamiento, además de influir en que otras potencias obtengan acceso a mejores o peores condiciones económicas. Tener una moneda de reserva es uno de los mayores poderes que puede tener un país, puesto que le da ese país enorme poder adquisitivo y un innegable poder geopolítico.
Por el contrario a menudo los países sin moneda de reserva se ven en la necesidad de denominar parte de sus operaciones (por ejemplo sus emisiones de deuda) en la divisa de referencia porque su capacidad de hacer estas mismas operaciones en la moneda propia es más limitada. Cuándo los países necesitan desesperadamente tener acceso a monedas de reserva para pagar deudas denominadas en tales divisas o comprar bienes y servicios a quienes solo hacen negocios en ese medio de intercambio predominante, se puede generar una situación muy delicada que incluso puede acabar con una bancarrota económica.
Que es el dinero?
El dinero es un medio de intercambio que también se puede utilizar como depósito de riqueza. Por “medio de intercambio” me refiero a algo que se puede dar a otros para que compren cosas con ello. Prácticamente todas las sociedades conocidas han creado alguna forma de dinero es decir algún tipo de moneda, puesto que tal sistema permite efectuar las transacciones en torno a algo portátil cuyo valor es reconocido por todos, lo que por consiguiente permite realizar intercambios con facilidad.
Por “depósito de riqueza” me refiero a un vehículo que sirve para amasar poder adquisitivo después de adquirirlo y antes de gastarlo, si bien una de las razones más lógicas para almacenar riqueza es de hecho poder usar ese dinero en el futuro. Las personas también almacenan su riqueza en activos que pueden retener o aumentar su valor con el tiempo (oro, plata, joyas, arte, bienes inmuebles, acciones, bonos…) y al aferrarse a algo que aprecian. Esas personas se dan cuenta de que además de atesorar divisas también pueden hacerse con activos que pueden ayudar a comprar incluso más bienes que tendrían, si simplemente se hubiesen quedado con las monedas obtenidas en primera instancia.
Aquí entran en escena del crédito y la deuda, es importante comprender la diferencia entre dinero y deuda. El dinero nos permite resolver de inmediato cualquier reclamación, uno paga sus facturas y punto. La deuda es distinta, porque lo que hacemos es comprometernos a devolver un dinero a lo largo de un determinado plazo en unas determinadas condiciones. Si todo va bien Los prestamistas financian operaciones solventes de modo que pueden recuperar el dinero y obtener una ganancia adicional, mientras el préstamo está pendiente para el prestamista figura como un activo por ejemplo un Bono, y para el prestatario como un pasivo es decir una deuda cuándo se devuelve el dinero los activos y pasivos desaparecen de modo que tanto el prestatario como el prestamista están en mejor situación habiendo en esencia dividido las ganancias que generan los préstamos productivos y solventes. Este tipo de operaciones son buenas para la sociedad que se beneficia de las ganancias de productividad resultantes.
Es importante darse cuenta de que en gran medida el dinero y el crédito, en especial el dinero autorizado por el gobierno que está en circulación, carecen de valor intrínseco, son solo anotaciones en un sistema de contabilidad que se podría modificar con facilidad. En realidad el propósito del sistema es ayudar a asignar recursos de manera eficiente para que la productividad pueda crecer recompensando tanto a los prestamistas como a los prestatarios. Pero éste sistema se rompe periódicamente y cuando esto sucede empieza el proceso de monetización y el valor de la divisa se reduce e incluso se desploma generando un grave efecto en la riqueza y produciendo un corto circuito que afecta a la economía y los mercados esto ha sido así desde el principio de los tiempos.
Todo esto significa que el sistema de la deuda y el crédito no funciona de forma perfecta. La oferta, la demanda y el valor del dinero están sujetos a oscilaciones. Los aumentos producen una gozosa sensación de abundancia. Las recesiones conllevan reestructuraciones dolorosas veamos ahora cómo funcionan estos ciclos estudiando desde sus fundamentos hasta la situación en que nos encontramos hoy.
Dinero, Crédito y Riqueza
Si bien el dinero y el crédito están asociados con la riqueza no son lo mismo que la riqueza. Debido a que el dinero y el crédito pueden comprar riqueza es decir bienes y servicios, la cantidad de dinero y crédito al que tenemos acceso y la cantidad de riqueza que atesoramos son en el agregado, prácticamente iguales pero a base de crear más dinero y emitir más deuda uno no puede crear más riqueza. Para crear más riqueza de forma sostenida también es preciso ser más productivo, la relación entre la creación de dinero y crédito por un lado y la creación de riqueza por otro genera muchas confusiones pero es importante entender su operativa porque es el principal factor que impulsa los ciclos económicos veamoslo más de cerca.
Por lo general existe una relación que se refuerza mutuamente. A un lado está la creación de dinero y crédito y a otro la producción de bienes, servicios y activos de inversión. A veces se confunden uno y otro extremo pensemos en ello de la siguiente manera: Hay una economía financiera y una economía real aunque están relacionados, son diferentes, cada una tiene sus propios actores y oferta y demanda que incide en su funcionamiento en la economía real la oferta y la demanda vienen impulsadas por la cantidad de bienes y servicios producidos y el número de personas que desean comprarlos. Cuando el nivel de bienes y servicios demandados es muy fuerte y va a más puede ocurrir que no haya suficiente capacidad para producir las cosas demandadas, de modo que la capacidad de crecimiento de la economía real se ve limitada si la demanda sigue aumentando más rápido que la capacidad de producción los precios suben y la inflación aumenta. Ahí es donde entra en juego la economía financiera ante la inflación, para reducir la demanda en la economía real los bancos centrales ajustan el dinero y el crédito en circulación. Cuando hay muy poca demanda hace lo contrario proporcionando dinero y crédito para estimular la demanda. Al aumentar y reducir la oferta de dinero y crédito, los bancos centrales pueden aumentar y reducir la demanda y la producción de activos, bienes y servicios financieros.
Ligada a la confusión entre economía financiera y la economía real está la cuestión de la relación entre los precios y el valor de las cosas. Debido a que precio y valor tienden a ir juntos es fácil pensar que son lo mismo. Si tienden a ir juntos es porque cuando las personas tienen más dinero y crédito están más inclinadas a gastar más y de hecho pueden gastar más. En la medida en que el gasto aumenta la producción económica eleva los precios de bienes, servicios y activos financieros se puede decir que aumenta la riqueza porque cuando se mide el valor de sus activos que es la forma mediante la que contabilizamos ese tipo de poder las personas que ya poseen estos activos “se vuelven más ricas”. Sin embargo, por dos razones ese aumento de riqueza es más una ilusión que una realidad: 1) el aumento del crédito que empuja los precios y la producción al alza tiene que ser reembolsado en algún momento lo que en igualdad de condiciones tendrá efecto contrario cuando llegue el momento de pagar la factura 2) el valor intrínseco de una cosa no aumenta solamente porque su precio sube.
El dinero y el crédito son estimulantes cuando se entregan, pero deprimentes cuando se devuelven eso es lo que normalmente hace que el dinero, el crédito y el crecimiento económico sigan procesos y fases tan cíclicas. Los banqueros centrales que controlan el dinero y el crédito (es decir, los bancos centrales) varían los costes y la disponibilidad de dinero y crédito es porque desean controlar mejor los mercados y la economía. Cuando la economía está creciendo demasiado rápido y sí es la voluntad de enfriar esa escalada, los banqueros centrales prefieren que haya menos dinero y crédito disponible lo que eleva los precios y contiene el ritmo de avance de la expansión económica. Las personas al reducir el consumo y prestar dinero a los bancos en lugar de pretender seguir gastando incluso a base de pedir dinero prestado. Cuando hay muy poco crecimiento y los bancos centrales quieren estimular la economía hace que el dinero y el crédito sean baratos y abundantes lo que anima a la gente a pedir dinero prestado para invertir o gastar. Esas variaciones en el coste y la disponibilidad de dinero y crédito también hacen que los precios y las cantidades de bienes, y servicios y activos de inversión suban y bajen.
Para entenderlo mejor podemos imaginar que el banco Central cuenta con una especie de botella en la que retiene un líquido estimulante que cuando sea necesario se puede inyectar en la economía, cuando los mercados y la economía se hunden se dispara el dinero y el crédito en circulación. Ahí el líquido estimulante entra en acción, en cambio, si la economía y los mercados avanzan de manera sólida no es preciso inducir ningún tipo de estímulo estos movimientos provocan subidas y bajadas cíclicas en los montos y precios del dinero y el crédito pero también en los precios y valores de los bienes, servicios y activos financieros. Tales movimientos suelen presentarse en forma de ciclos de deuda a corto plazo y ciclos de deuda a largo plazo los ciclos de subidas y bajadas de la deuda a corto plazo suelen durar unos 8 años más o menos.
Tal fenómeno viene determinado por el tiempo que tarda el líquido estimulante en aumentar la demanda hasta el punto en que se alcancen los límites de la capacidad productiva de la economía real. La mayoría de la gente ha conocido estos ciclos de deuda a corto plazo y son conocidos como “el ciclo económico” de modo que se sabe cómo son hasta tal punto que se piensa erróneamente que siempre seguirán siendo así. Pero hay que distinguir estos procesos del ciclo de la deuda a largo plazo que normalmente dura entre 50 y 75 años y por tanto contiene entre 6 y 10 ciclos de deuda a corto plazo, las crisis de deuda a corto plazo ocurren a medida que se desarrollan ciclos de deuda a largo plazo que son mucho más amplios, de hecho suceden solo una vez en la vida de la mayoría de las personas. De modo que no solemos anticiparlos como una posibilidad. Como resultado estos sucesos normalmente toman a la mayoría de la gente por sorpresa que al no estar preparados, provocan mucho daño. El ciclo de la deuda a largo plazo que hoy se aproxima a su fase tardía empieza en 1944 en los acuerdos acuerdos de Bretton Woods firmados en New Hampshire y se desarrolla a partir de 1945 cuando terminó la Segunda Guerra Mundial y comenzó a configurarse el Nuevo Orden Mundial dominado por el dólar y Estados Unidos.
Cuando el banco Central pierde su capacidad de producir dinero y crecimiento crediticio con efecto en el sistema económico y, por tanto, con impacto en el crecimiento económico real. A lo largo de la historia los gobiernos y los bancos centrales han creado dinero y crédito debilitando sus propias monedas y elevando sus niveles de inflación monetaria para compensar la deflación que proviene de los procesos de caída del crédito y contracción económica esto suele ocurrir cuando los niveles de deudas son altos, los tipos de interés no pueden reducirse de forma adecuada y la creación de dinero y crédito aumenta los precios de los activos financieros con más fuerza de lo que aumenta la actividad económica real. En tales momentos aquellos que tienen la deuda que es la promesa de otra persona de devolvernos un dinero más unos intereses normalmente prefieren cambiar la deuda por otras formas de riqueza. Una vez que cala ampliamente la sensación de que el dinero y los activos de deuda ya no son un buen depósito de riqueza, el Ciclo de la deuda a largo plazo llega a su fin y debe producirse una reestructuración que afecta a todo el sistema monetario.
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