Apéndice sobre Los Factores Determinantes
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Algunos conceptos del capítulo anterior merecen ser explicados con mayor profundidad. Para mantener la coherencia, he mantenido la misma numeración y terminología del capítulo anterior.
- Interés propio. Si bien el interés propio es el principal aspecto que motiva y explica las razones de la mayoría de las personas, organizaciones o gobiernos, es importante abordar también que interés propio tiene una consideración más elevada. Al fin y al cabo puede ser el “yo individual”, familiar, tribal/comunitario, nacional, Imperial… !incluso puede invocarse como principio rector el interés propio de toda la humanidad o de todos los seres vivos!
En definitiva se trata de determinar hasta que punto estamos dispuestos a luchar e incluso sacrificarnos: haríamos algo así por el universo, por nuestro país, por nuestra familia o solo por nosotros mismos?
El “yo” por el que muestra más apego impulsa nuestros comportamientos. Dentro de los países también suele ocurrir que algunas regiones o algunas tribus/comunidades se sientan más importantes, lo que genera dinámicas internas distintas. Creo que siempre es importante vigilar ese tipo de dinámicas, en especial en tiempos de conflicto.
Al analizar la historia de decenas de países, observé cambios en la unidad principal que la mayoría de las personas aspiraba a preservar por encima de todo .
Piensalo. Qué tipo de dinámicas crees que estamos viviendo? Estamos ante una tendencia a más cooperación…o hacia más fragmentación?. Qué aspectos prosperan y cuáles están siendo cuestionados? Y qué implicaciones tienen todos esos cambios para ti, por ejemplo, a la hora de decidir dónde quieres estar o donde quieres vivir?
6. El impulso para ganar y conservar riqueza y poder Vamos a definir lo que es riqueza de una manera un poco más especifica, puesto que su control y reparto juega un papel importante en todo el modelo que estamos desarrollando. Vale la pena, además, observar que impacto tiene la riqueza en los países que la tienen (y también en los países que carecen de ella). Creo que por lo general podemos hacer las siguientes generalizaciones:
Mas riqueza = Más poder adquisitivo.
Riqueza real ≠ Riqueza financiera. La riqueza real es la que nos permite comprar algo que deseamos, desde una casa hasta un servicio de streaming, y la Riqueza financiera consisten en activos financieros que atesoramos para a) obtener un ingreso continuo en el futuro o b) Para venderlos en el futuro y que nos permita hacer compras.
Crear Riqueza = Ser más productivo de forma continua.
Riqueza = Poder .La riqueza y el poder se apoyan mutuamente, esto se debe a que si uno tiene suficiente riqueza puede comprar casi cualquier cosa: propiedad física, trabajo y lealtad de los demás, educación, atención médica, poderes influyentes de todo tipo (políticos, militares, etcétera). A lo largo de la historia y en todos los países se observa una relación simbiótica entre los que tienen riqueza y quienes tienen poder político.
Menos Riqueza = Menos poder . No hay individuo, organización, país o Imperio que haya evitado el declive, tras haber visto mermado su poder adquisitivo. Para tener éxito uno debe ganar siempre una cantidad que sea al menos igual a la cantidad que gasta. Los países que logran este objetivo tienden a ser más estables, con mayor porcentaje de personas autosuficientes y estables en clave social, económica y política.
- El Gran Ciclo Psicológico Multigeneracional. Los auges y declives de los países se corresponden con ciclos psicológicos y económicos se atraviesan distintas etapas. Conocer bien estas fases es muy útil para comprender el comportamiento de la gente y los líderes de un país, de modo que siempre estoy tratando de evaluar en qué etapa se encuentra los diferentes países y sus sociedades. De forma esquemática he identificado las siguientes etapas arquetípicas:
Etapa 1: Las personas y sus países son pobres y así se ven a sí mismos en esa etapa la mayoría de las personas tienen ingresos bajos lo que también redunda en un nivel de vida que supera por poco los mínimos necesarios para la subsistencia. Como resultado no se desperdicia el dinero, porque de hecho se valora mucho. Y no se acumulan muchas deudas porque de hecho por motivos evidentes no hay mucha disposición a extender financiación. Algunas personas desarrollan su potencial pero en la mayoría de los casos la pobreza y la falta de recursos impiden obtener la educación y las capacidades necesarias para ponerse en pie y avanzar. La circunstancias heredadas y el enfoque vital de cada uno, son los mayores determinantes que influyen a la hora de marcar quién sale mejor parado de esa etapa y quién no. La rapidez en que evolucionan los países que se encuentran en este punto depende de sus culturas y de su destreza. Denomino “países emergentes en etapa temprana” a los países que están en esta etapa.
Los que avanzan suelen trabajar muy duro y acumulan gradualmente más dinero del necesario para sobrevivir. Dinero que además ahorran porque les preocupa no tener suficiente en el futuro. La evolución de esta etapa a la siguiente se extiende generalmente durante una generación. Desde hace unos 40 años hasta hace unos 10 o 15 “Los tigres asiáticos” (Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea del Sur primero y China después) fueron ejemplos de economías que estaban en esta etapa.
Etapa 2: Las personas y sus países ya son ricos, pero siguen viéndose a sí mismos como pobres debido a que las personas que crecieron bajo estas circunstancias de inseguridad financiera suelen mantener un alto nivel de cautela en todo lo relacionado con el dinero siguen en pie los valores propios de la época anterior, así hablamos de esquemas en los que impera el trabajo duro, el esfuerzo por exportar mucho, los tipos de cambio fijos, un alto nivel de ahorro e inversiones eficientes en activos reales como por ejemplo bienes inmobiliarios, el oro o los bonos de deuda de los países cuyas monedas tienen estatus de reserva mundial. Como en estas circunstancias hay mucho más dinero que en la etapa 1 es posible invertir en aquello que favorece la productividad. Como por ejemplo el desarrollo del capital humano, la mejora de las
infraestructuras, la investigación y el desarrollo, etcétera. Esta generación de padres quiere educar bien a sus hijos y se preocupa de que trabajen duro para tener éxito en el futuro. También es habitual que sus sistemas de asignación de recursos incluidos los mercados de capitales y sus sistemas legales operen de forma razonablemente satisfactoria, esta es la fase más productiva del Ciclo.
Los países que se encuentran en esta etapa experimentan un rápido aumento en los ingresos y al mismo tiempo un fuerte aumento de la productividad. El crecimiento de la productividad significa dos cosas 1) la inflación no es un problema y 2) el país puede volverse más competitivo. Durante esta etapa por lo general las deudas no aumentan de manera significativa al menos en relaciones con los ingresos (de hecho a veces disminuyen) es un período muy saludable y un excelente momento para invertir en un país que asegure las debidas salvaguardas de protección a los derechos de propiedad.
Los países que están en esta etapa pueden distinguirse de los que se sitúan en la primera porque por ejemplo: exhiben nuevas ciudades muy pujantes junto a sus antiguas capitales presentan altas tasas de ahorro, sus niveles de ingresos van en rápido aumento y lo habitual es que las reservas de divisas tienen a ir a más. Llamo a los países que están en esta etapa “países emergentes en etapa tardía”. Si bien pueden pasar por ésta etapa los países de todos los tamaños es probable que cuando se trata de países grandes su auge también empiece a convertirlos en grandes potencias mundiales.
Etapa 3. Las personas y sus países son ricos y además así se ven a sí mismos . En esta etapa los ingresos de las personas son altos por la que la mano de obra se vuelve más cara. Pero sus inversiones anteriores en infraestructura, bienes de capital o investigación y desarrollo todavía están dando sus frutos, al producir nuevas ganancias de productividad se mantienen unos elevados estándares de vida. Las prioridades cambian poco a poco: se pasa de poner el énfasis en trabajar duro y ahorrar mucho para protegerse cuando lleguen los malos tiempos, a saborear las cosas buenas de la vida con menos cuidado financiero. La gente se siente más cómoda gastando. En este periodo las artes y las ciencias suelen prosperar porque esas actividades se ven revalorizadas. Este cambio en la psicología imperante se refuerza a medida que las personas de una generación que no vivió los malos tiempos empiezan a representar un porcentaje significativamente mayor de la población total. Los signos de este cambio de mentalidad se reflejan en las estadísticas que muestran la reducción de las horas de trabajo. Por ejemplo: normalmente hay una reducción progresiva de la semana laboral pasando de seis a cinco jornadas y fuertes aumentos en los gastos en ocio y bienes de lujo en relación con los gastos dedicados a otras necesidades más básicas . En el mejor de los casos estos periodos pueden ser identificados como de “Renacimiento de etapa temprana o intermedia”.
Los países grandes que pasan por esta etapa se convierten casi siempre en potencias económicas y militares mundiales. En consecuencia para proyectar su importancia en el mundo y proteger sus intereses globales a menudo desarrollan el poderío de sus fuerzas armadas. Antes de mediados del siglo XX los países grandes que estaban en esta etapa controlaban literalmente a decenas de gobiernos extranjeros y creaban imperios a partir de ellos para garantizarse el acceso a mano de obra barata o a recursos naturales más baratos para mantener el pulso competitivo. Desde principios hasta mediados del siglo XX el Imperio de Estados Unidos comenzó a erigirse en una potencia mundial a base de “hablar en voz baja pero con un gran garrote detrás” la influencia americana en el mundo se canalizó mediante acuerdos internacionales que insertaron a numerosas economías emergentes en el orden capitalista global, sin necesidad de controlar directamente a esos países. En esta etapa los países logran su punto álgido de influencia y poderío global. Esto es lo que denomino el pico de salud de las Naciones. Estados Unidos atraveso esta etapa entre 1950 y 1965 y China está entrando ahora en esa etapa cuando un país está en dicho punto del ciclo la clave es mantener el mayor tiempo posible la buena salud de los factores determinantes que alimentan su poderío.
Etapa 4. Las personas y sus países se han empobrecido pero todavía se ven a sí mismos como ricos. En esta etapa dado que se observan actitudes reacias a restringir los gastos y adecuarlos a unos ingresos más pequeños, cada vez más gente recorta sus niveles de ahorro y eleva sus deudas. Debido a que el gasto sigue siendo fuerte. Estas sociedades continúan pareciendo ricas a pesar de que su posición financiera está en rápido detrimento. En esta etapa las deudas aumentan en relación con los ingresos, el cambio psicológico que requeriría este mayor apalancamiento no se produce con suficiente rapidez, porque las personas que vivieron los dos primeras etapas han muerto o se han vuelto irrelevantes y aquellos cuyo comportamiento marca el devenir presente de los acontecimientos están muy acostumbrados a vivir bien y a no tener que preocuparse por el dolor de no tener suficiente dinero. Debido a que los trabajadores de estos países ganan menos y gastan en exceso su estructuras de coste se vuelven menos competitivas y sus tasas de crecimiento de los ingresos reales avanzan a velocidades más lentas. Un nivel mermado de inversiones eficientes en infraestructuras, bienes de capital e investigación y desarrollo ralentizará en el futuro sus ganancias de productividad. Las ciudades y estructuras económicas se vuelven más antiguas y menos eficientes. En las dos etapas anteriores a la hora de financiar sus déficits el modelo bebe cada vez más de la reputación y menos de la competitividad, a menudo para proteger sus intereses globales los países gastan mucho dinero en materia de seguridad cuando enfrentan esta etapa de declive a veces incluso lidiando con los costes propios de las guerras. Ya sea debido a guerras, al estallido de burbujas financieras o ambos factores, lo que tipifica esta etapa es una acumulación de deuda que no se puede compensar con reservas de dinero fuerte y no depreciado. Llamo a los países en esta etapa a “países en declive temprano”. Pueden atravesar esta etapa países de todos los tamaños, pero cuando son países grandes los que atraviesan a menudo vemos que se inicia su declive como Grandes Imperios.
Etapa 5. Las personas y sus países son pobres y así se ven así mismos. En esta fase las brechas descritas en la etapa 4 empiezan a agritarse y la realidad de la situación del país se hace evidente. Una vez que estallan las burbujas y se hace necesario el desapalancamiento, la deuda privada crece mientras que el gasto del sector privado, el valor de los activos y el patrimonio neto, disminuyen progresivamente induciendo un ciclo negativo que se refuerza a sí mismo. Para compensar el deterioro la deuda pública y los déficits públicos van en aumento y también se acelera la impresión de dinero por parte del Banco Central y además recorta los tipos de interés, se cultiva el aumento de la inflación para aliviar la carga de deuda que ha asumido el país de forma menos dolorosa. Como resultado de unos tipos de intereses reales inducidos, una moneda débil y unas peores condiciones económicas los activos de deuda y los mercados de capitales arrojan un desempeño cada vez más deficiente. Estos países tienen que competir cada vez más con países que presentan estructuras de costes más baratas y que atraviesen etapas más tempranas de desarrollo. Los países que están en esta etapa ven disminuir poco a poco su poder global. “Los países que están en esta etapa pueden definirse como países claramente en declive” por lo general hace falta mucho tiempo para que la psicología y los atributos de los imperios que han entrado claramente en declive puedan superar el ciclo completo y volver a alcanzar los picos de antaño. A veces esto nunca sucede, caso de los romanos y los griegos, aunque los chinos sí lo han logrado varias veces.
11. La capacidad de inventiva de la humanidad. La capacidad de la humanidad para innovar y encontrar soluciones a sus problemas o identificar cómo se pueden mejorar las cosas, ha demostrado ser mucho más poderosa que la suma de todos los problemas que ha enfrentado el hombre a lo largo del tiempo.
El grado de inventiva e innovación de una sociedad es el principal motor de su productividad el espíritu innovador y emprendedor es un elemento clave para toda economía próspera. Sin innovación el crecimiento de la productividad se va deteniendo, las innovaciones que permiten que los trabajadores de un país produzcan más en relación con el resto del mundo, contribuyen a mejorar la competitividad en términos de coste, lo que ayuda a que los mercados sean más atractivos para hacer negocios.
Así es como la gente aprende y encuentra nuevas y mejores formas de crear más valor en un sistema basado en el mercado, la forma más poderosa de impulsar la innovación pasa precisamente por llevar nuevas ideas al mercado y comercializarlas para sacar provecho del avance que suponen. El mercado es increíblemente eficiente a la hora de eliminar las malas ideas y también ayuda a fijar el precio de las buenas de esta forma los conceptos de innovación y las labores de comercialización van de la mano al salir al mercado. Estas mejoras permiten medir si la sociedad valora los nuevos conocimientos y la creación de cosas nuevas o si los incentivos están alineados para alentar a la gente a buscar beneficios a base de comercializar sus invenciones dicho con otras palabras:
Innovacion + espíritu comercial + mercados de capitales en auge.
= Grandes ganancias en productividad.
= Aumentos en la riqueza y el poder.
Debido a que existen grandes diferencias en las fortalezas inherentes a estos factores determinantes he tratado de medirlos y de incorporarlos en mi modelo.
- Lucha de clases. Desde los comienzos de la historia en casi todas las sociedades ha habido un porcentaje muy pequeño de la población, las clases dominantes o las élites, que ha controlado la mayor parte de la riqueza y el poder aunque a lo largo del tiempo ese porcentaje ha cambiado. Naturalmente los que se benefician de esta situación y controlan los resortes del sistema quieren mantener en pie esa misma estructura de poder. Así debido a que los ricos pueden influir con mayor facilidad en las decisiones del poder político o económico se forman alianzas orientadas a mantener el orden existente, esto puede resultar en especial problemático si al mismo tiempo aumenta la brecha de poder y riqueza entre los que tienen y los que no tienen. Como resultado de estas dinámicas todo orden interno está dirigido por personas que ostentan un alto nivel de poder y riqueza y además estas élites desarrollan relaciones simbióticas entre sí para mantener en pie dicho orden. Pero a lo largo del tiempo pueden surgir diferencias internas es decir las élites luchando entre sí por el reparto de la riqueza y el poder o pueden desatarse conflictos con los demás grupos sociales, es decir, las élites frente al resto de la comunidad defendiendo, su trozo de pastel. Cuando corren buenos tiempos y la mayoría de la gente prospera esas pugnas son menores. Cuando los tiempos son adversos estas luchas se vuelven mucho peores y cuando las cosas van a peor para un gran porcentaje de la población por ejemplo con crisis de deuda irresoluble o un fenómeno natural adverso es probable que emerja el resentimiento y que surjan situaciones de sufrimiento, estrés y enfrentamiento social hasta el punto de que se den revoluciones o guerras civiles.
Como hace mucho tiempo dijo Aristóteles: Los pobres y los ricos se pelean entre sí y el bando que salga mejor parado en lugar de establecer un gobierno justo o popular considerará la supremacía política como el premio por su victoria»
Por lo general El Gran Ciclo abarca periodos de paz y productividad que aumentan la riqueza de manera desproporcionada lo que lleva a que un porcentaje muy pequeño de la población gane y controle y porcentajes excepcionalmente grandes de riqueza y poder hasta el punto de que se superen los niveles óptimos y al llegar los malos tiempos los menos ricos y más poderosos pueden sentirse en especial perjudicados por el sistema lo que conduce después a conflictos que propician revoluciones o guerras civiles, acelerando la consolidación de un Nuevo Orden y acercándonos otra vez a un nuevo comienzo del Ciclo.
A lo largo del tiempo y en todos los países las personas que controlan la riqueza son las personas que poseen los medios de producción de la misma riqueza. Para mantener esa posición trabajan con las personas que tienen el poder de establecer y hacer cumplir las reglas del juego.
Una verdad eterna y universal que nos deja la historia es que desde antes incluso de los tiempos de Confucio que vivió alrededor del año 500 a.C. aquellas sociedades que conforman su liderazgo a partir de una amplia gama de personas y que otorgan responsabilidades basándose en el mérito y no en los privilegios son comunidades que logran el éxito de forma más sostenible porque:
1) reclutan el mejor talento disponible 2) tienen una mayor diversidad de perspectivas y 3) se benefician de que el sistema se percibe como justo, lo que fomenta la estabilidad social.
La capacidad de generar dinero, ahorrarlo e invertirlo (es decir, el capitalismo) funciona como un motivador eficaz para las personas y permite asignar recursos de manera favorable elevando el nivel de vida de las personas. Pero en materia de riqueza y oportunidades el capitalismo es una fuente de brechas que pueden ser injustas y contraproducentes y por lo tanto pueden tener un efecto desestabilizante. En mi opinión el mayor desafío de los responsables políticos es diseñar un sistema económico capitalista que eleve la productividad y los niveles de vida sin agrabar los desigualdades e inestabilidades.
21. La Balanza de poder que impulsa el gran ciclo de paz/guerra tanto dentro de los países como entre distintos paises, dinámica que se desarrolla a través de una serie de pasos que se explican a continuación aunque la forma exacta en que se desarrollan depende del orden y de las personas que participen en estas etapas.
Paso 1. La formación de alianzas. Cuando el poder no está equilibrado, el lado más poderoso se beneficiará de la situación y controlará al lado menos poderoso. Naturalmente para neutralizar a la facción más fuerte el partido más débil encuentra a otros grupos que se unen para obtener una formación más fuerte, de modo que colectivamente se hace posible tener tanto o más poder que la facción líder. Como resultado de eso aliados con intereses muy diferentes se unen, para oponerse a un enemigo común, como dice el refrán “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” por supuesto esta dinámica conduce a que uno y otro lado, amasen niveles similares de poder y al mismo tiempo a circunstancias divisivas en el seno de cada coalición. Aveces las diferencias dentro de las facciones son tan grandes que algunos segmentos querrán destruir a otros para hacerse con el control total del sector.
Paso 2. Guerras para determinar ganadores y perdedores.
Paso 3. Lucha entre los ganadores. La historia nos demuestra que después de la lucha por el poder en la que el enemigo común termina siendo derrotado es típico que quienes se unieron para enfrentar a este enemigo común acabe luchando entre ellos por el poder. En las filas de la facción perdedora ocurre lo mismo, surgen las peleas internas aunque todas las partes de la coalición planean el ataque final que los devuelva a la cima. Se trata del proceso de “purga” que fuerza el nuevo equilibrio de la nueva dinámica del poder. En Francia la revolución vino seguida del Terror. En Rusia, la unión soviética vino seguida del Terror Rojo.
Paso 4. Tras un periodo de paz y prosperidad con el tiempo surgen excesos que se reflejan en grandes lagunas en materia de riqueza y oportunidades, por ejemplo en escenarios de sobrendeudamiento.
Paso 5. El recrudecimiento del conflicto conduce a cambios revolucionarios en los órdenes nacionales y mundiales. Mientras haya prosperidad y mientras se siga percibiendo que el sistema es justo la mayoría de la gente seguirá siendo disciplinada y productiva, sin embargo como analizamos con anterioridad los periodos de paz y prosperidad tienden a generar grandes brechas de riqueza o burbujas de deuda que conducen a conflictos. En cuanto la prosperidad se desvanece emergen otras preocupaciones y causas por las que luchar.
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