Comentarios al libro 21 lecciones para el siglo XXI de Yubal Noah Harari
Parte 13 de 14
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Introducción
Quién soy? Qué debo hacer en la vida? Cuál es el sentido de la vida? Los humanos han estado formulando estas preguntas desde tiempo inmemorial, cada generación necesita una respuesta nueva, porque lo que sabemos y lo que no sabemos va cambiando. Con todo lo que sabemos de la ciencia, de la política y de la religión, cuál es la mejor respuesta en la actualidad y para el siglo XXI en general?
Qué tipos de respuestas espera la gente? en casi todos los casos cuando la gente pregunta por el sentido de la vida, espera que se le cuente un relato. Homo Sapiens es un animal que cuenta relatos, que piensa en relatos, más que en números o en gráficos y qué crea su propio universo. Funciona con un relato lleno de héroes y villanos, conflictos y resoluciones. Momentos culminantes y finales felices. Cuando buscamos el sentido de la vida queremos un relato que explique mi realidad y cuál es mi papel concreto en el drama cósmico, ese papel me convierte en una parte de algo más grande que yo y da sentido a todas mis experiencias y elecciones.
En la religión hindú el príncipe Arjona, al preguntarse sobre lo que está bien y lo que está mal y cuál es el propósito de la vida, el Dios krishna tiene la respuesta. Dentro del Gran ciclo cósmico que cada ser posee, un dharma único(conducta piadosa correcta) por difícil que sea el camino, lo deberás cumplir. Si así lo realizas, gozarás de paz y de alegría. Da igual cual sea tu camino concreto, mientras lo sigas.
Una lavandera que sigue devotamente el camino de lavandera es muy superior a un príncipe que se aparta del camino de príncipe. Al haber entendido el sentido de la vida Arjona se dedica a seguir su dharma como Guerrero, mata a sus enemigos, conduce a su ejército a la victoria y se convierte en uno de los héroes más estimados del mundo hindú.
En el relato de Simba de El Rey León de la película de Walt Disney, Simba comprende por fin quién es y qué debe hacer cuando retorna a el reino del león, mata a su tío Scar que había usurpado el poder, se convierte en rey y restablece la armonía y la prosperidad perdida en el reino. La película termina con un orgulloso Simba presentando a su heredero recién nacido, a los animales reunidos, lo que asegura la continuidad del círculo de la vida. el círculo de la vida presenta el drama cósmico con un relato circular, la repetición eterna confiere poder al relato, pues implica que este es el devenir natural de las cosas. Si Simba rehúsara convertirse en Rey estaría rebelándose contra las leyes mismas de la naturaleza.
Otras religiones e ideologías creen en un drama cósmico lineal que tiene un principio definido, una parte intermedia no muy larga y un final definitivo. Por ejemplo según el relato musulmán en el principio Ala creó todo el universo y estableció sus leyes, después reveló dichas leyes a los humanos a través del Corán y depende de los musulmanes virtuosos hacer cumplir estas leyes y propagar el conocimiento de las mismas. Finalmente en el día del juicio Ala juzgará la conducta de todos y cada uno de los individuos y recompensará a los virtuosos y arrojará a los malvados a los pozos ardientes del infierno.
El nacionalismo y el comunismo tienen un relato análogo, este último se centra en la clase social y no en la etnicidad como el nacionalismo.
El manifiesto comunista empieza proclamando que la historia de toda sociedad hasta nuestros días, no ha sido sino la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y ciervos, maestros y oficiales en una palabra, opresores y oprimidos en una lucha constante. No tuvieron una guerra abierta. Una guerra que termina siempre bien por una transformación revolucionaria de la sociedad o bien por la destrucción de las dos clases antagónicas.
Los manifiestos explican que en la época moderna la sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos grandes campos hostiles, en dos grandes clases enemigas: La burguesía y El proletariado. Su lucha terminara con la victoria del proletariado, lo que será el fin de la historia y el establecimiento del paraíso comunista y todos serán completamente libres y felices.
Todos los relatos son incompletos. Para construir una identidad viable para mí y dar sentido a mi vida, dice Yubal Noah, en realidad no necesito un relato completo desprovisto de puntos ciegos y de contradicciones internas. Para dar sentido a mi vida, un relato sólo tiene que satisfacer dos condiciones: primero ha de darme a mí algún papel que desempeñar. Al igual que las estrellas de cine; a los humanos les gustan sólo los guiones que se reservan para un papel importante, ___en segundo lugar, tener un buen relato aunque no se extienda hasta el infinito, si tiene que extenderse más allá de mis horizontes (de mi vida), ___ el relato me proporciona una identidad y da sentido a mi vida, al asignarme “algo mayor” que yo mismo.
De manera parecida el nacionalismo nos seduce con relatos de heroísmo, hace que se nos salten las lágrimas al contar los antiguos desastres y desata nuestra furia, al mortificarnos por las injusticias que padeció nuestra nación, quedamos tan absortos en esa epopeya nacional, que empezamos a evaluar cuanto ocurre en el mundo en función de su impacto sobre nuestra nación y rara vez pensamos en preguntar para empezar, que hizo que nuestra nación fuera tan importante?
Si estamos en verdad enamorados de alguien nunca nos preocupa el sentido de la vida. Los poetas románticos han saldado la galantería al escribir sobre sus amantes como si fueran dioses. Y que pasa si no estamos enamorados, bueno pues sí creemos en el relato romántico, al menos sabemos, cuál es el objetivo de nuestra vida: encontrar el amor incondicional.
Lo hemos visto en un sinnúmero de películas y hemos leído sobre ello en un sinnúmero de libros, sabemos que un día conoceremos ese ser especial, veremos el infinito dentro de los ojos centelleantes y toda nuestra vida tendrá sentido, de repente y todas las preguntas que teniamos se contestarán, repitiendo un nombre una y otra vez, igual que Romeo al ver a Julieta contemplándolo desde el balcón.
, La mayoría de los relatos se mantienen cohesionados por el peso de su techo, más que por la solidez de sus cimientos. Pensamos en el relato cristiano, sus cimientos son los más endebles de todos. Que prueba tenemos de que el Hijo de Creador del Universo entero naciera como una forma de vida basada en el carbono, en algún lugar de la vía láctea hace unos 2,000 años? que pruebas tenemos de que esto ocurriera en la provincia Romana de Galilea y de que su madre fueron una virgen?
No hay prueba alguna y aún asi, se han erigido enormes instituciones globales. Sin embargo dicho relato y su peso presiona con una fuerza tan abrumadora que lo mantiene en su lugar.
Se han librado guerras enteras por haber querido cambiar una sola palabra. El relato que la discordia de los 1,000 años entre cristianos occidentales y cristianos ortodoxos orientales se inició a partir de una palabra filioque que quiere decir (y del hijo en latín) los cristianos occidentales querían introducir ese término en la profesión de fe cristiana mientras que los orientales se opusieron de fórma vehemente.
Abracadabra y la Industria de la Fe
Todos los relatos que nos dan sentido e identidad son ficticios. Pero los humanos necesitamos creer en ellos así como hacer que el relato se perciba como real. Es evidente porque los humanos quieren creer en él, pero cómo lo van a creer realmente? ya hace miles de años los sacerdotes dieron con la respuesta: mediante rituales, un salto mágico que hace que lo abstracto sea concreto y lo ficticio, real.
La esencia del ritual es el conjunto mágico o el “abracadabra”. Cómo hacer que Cristo sea real para sus devotos en la ceremonia de la misa? Pues el sacerdote corta un pedazo de pan y toma un vaso de vino y proclama que el pan es la carne de Cristo y el que el vino es su sangre y comiendoselo los fieles consiguen la comunión con Cristo.
Casi todo puede transformarse en un ritual, al conferir gestos mundanos cómo encender cirios, tañer campanas, contar cuentas, y dar un significado religioso profundo. Lo mismo cabe decir de gesticulaciones físicas como inclinar la cabeza, postrar todo el cuerpo, juntar las palmas de las manos o usar varias formas de tocados como el turbante sij hasta el hiyab musulmán han estado cargados de significado que durante siglos y han desencadenado luchas apasionadas.
En lo militar, disciplina y ritual son inseparables y los soldados desde la antigua Roma hasta hoy en día, pasan muchísimas horas marchando en formación saludándolo a sus superiores y lustrando sus botas. Es bien sabido que Napoleón comento que podia hacer que los hombres sacrificaron su vida por una medalla con listones de colores.
Quizá nadie entendió la importancia política de los rituales mejor que Confucio, que consideró que la observancia estricta de los ritos, era la clave de la armonía social y la estabilidad política. Clásicos confucianos como el Libro de los Ritos, los Ritos de Zhou y el libro de la Etiqueta y los Ritos, registraron hasta el más mínimo detalle que ritos había que hacer en cada acontecimiento de Estado, el número de recipientes rituales a usar en la ceremonia, que tipo de instrumentos musicales debían tocarse y los colores de los trajes que debían llevarse.
Si queremos conocer cómo Confucio logró la estabilidad y la armonía sociales, las verdades suelen ser una carga, mientras qué ritos y rituales figuran entre nuestros mejores aliados. Tan relevantes en el siglo XXI cómo fue en la antigua China, el poder de la palabra abracadabra, está vivito y coleando. En nuestro moderno mundo, en 2018 para mucha gente dos palos de madera clavados son Dios, un cartel pegado en la pared es la revolución y un retazo de tela que ondea al viento es la nación.
No podemos ver a Francia porque existe sólo en nuestra imaginación, pero sin duda podemos ver la bandera tricolor y escuchar La Marsellesa de modo que ondeando una bandera y cantando un himno, transformamos la nación, que pasa de ser un relato abstracto a una realidad tangible.
De todos los rituales, el sacrificio es el más potente porque de todas las cosas del mundo es el más real. Nunca puede pasarse por alto o dudar de él. Si queremos que la gente crea de verdad en alguna ficción persuadamosla a qué haga un sacrificio en su nombre. Una vez que sufrimos por el relato, eso suele bastar para convencernos de que relato es real. Si ayunamos porque Dios nos ordenó que lo hiciéramos, la sensación tangible de hambre hace que Dios esté presente más que cualquier estatua o icono.
El sacrificio no es sólo una manera de convencer a nuestro amante que que somos serios, es también una manera de convencernos de que estamos realmente enamorados. Porque crees que las mujeres les gusta que sus amantes les regalen anillos de diamantes? una vez que el amante hace un sacrificio económico tan grande, debe convencerse a sí mismo que fue por una causa digna.
El sacrificio personal es muy persuasivo. No sólo para los propios mártires sino también para los espectadores, pocos dioses, naciones o revoluciones pueden sostenerse sin mártires.
Si nos atrevemos a poner en cuestión el drama divino, el mito nacionalista o la saga revolucionaria, se nos reprochara de inmediato. Pero “como? los mártires benditos murieron por eso!” Cómo te atreves a decir que murieron por nada? Acaso crees que esos héroes eran estúpidos?
El sacrificio no sólo fortalece nuestra fe en el relato ficticio, sino que a menudo es un sustituto de todas las demás obligaciones para este. La mayoría de los grandes relatos que la humanidad tiene, han establecido ideales que la mayor parte de la gente no puede cumplir cuantos cristianos observan realmente los diez mandamientos al pie de la letra? y no dan falsos testimonios? Ni codician bienes ajenos nunca? cuántos budistas han alcanzado hasta ahora la fase de ausencia del ego? cuántos socialistas trabajan al máximo de su capacidad al tiempo que no toman más de lo que realmente necesitan? en el siglo XXI ocurre lo mismo que en los tiempos antiguos, la búsqueda humana de sentido de la vida acaba muy a menudo con una sucesión de sacrificios.
Por su lado el facismo que tiene su origen de latín facsis y significa haz de varas, más bien parece un símbolo poco glamoroso para una de las ideologías más feroces y letales de historia del mundo. Pero tiene un significado profundo y siniestro: una única vara es muy endeble y se puede partir fácilmente en dos, sin embargo cuando se atan diversas varas juntas en un facsis resulta casi imposible romperlas. Esto implica que el individuo es algo sin importancia. Pero mientras el colectivo permanezca unido, es muy poderoso por tanto los fascistas creen en favorecer los intereses del colectivo por encima de los de cualquier individuo, y exigen que ni una sola vara se atreva jamás a romper la unidad del haz.
Cuando el gran relato Nazi voló por los aires al fin de la Segunda Guerra Mundial el pueblo Alemán se recobró a una velocidad asombrosa, en algún lugar de su mente conservaron otros relatos acerca del mundo y apenas Hitler se había disparado una bala en la sien los habitantes de Berlín, Hamburgo y Munich adoptaron nuevas identidades y dieron un renovado sentido a sus vidas.
El supermercado de Elsinore (en donde está el castillo de Hamlet, según W. Shakespeare)
A lo largo de la historia casi todos los humanos han creído en varios relatos al mismo tiempo y nunca han estado absolutamente convencidos de la verdad de ninguno de ellos. Esta incertidumbre ha inquietado a la mayoría de las religiones que por ello, consideran que la Fe es una virtud cardinal y la Duda uno de los peores pecados posibles, como si hubiera algo intrínsecamente bueno en creer en las cosas sin pruebas. Sin embargo con el auge de la cultura moderna la situación cambió, la Fe se consideró cada vez más una esclavitud mental, mientras que la duda acabó volviéndose como una condición previa a la libertad.
En el drama de Hamlet de William Shakespeare. Hamlet no completa el círculo de la vida, permanece escéptico e indeciso hasta el final mismo, sin descubrir jamás el sentido de la vida y sin acabar nunca de decidir si es mejor ser o no ser. En esto Hamlet es el héroe moderno paradigmático. La modernidad no rechaza la plétora de relatos que ha heredado del pasado, en cambio abre un supermercado para ello; el Humano moderno es líbre de probarlos todos, eligiendo y combinando lo que más le acomode a su gusto.
De forma que nos quedamos quietos para siempre en el pasillo del supermercado con el poder y la libertad de elegir lo que nos plazca, de examinar los productos que tenemos delante y congelar esa imagen. Según la mitología liberal si nos quedamos el tiempo suficiente en ese gran supermercado tarde o temprano experimentaremos la manifestación del credo liberal y nos percataremos del verdadero sentido de la vida; todos los relatos de las estanterías del supermercado son falsos. El sentido de la vida no es un producto prefabricado, no hay nada externo a mi que pueda dar sentido a mi vida. Soy yo quien le imprimo todo el significado mediante mi libre albedrío y a través de mis propios sentimientos.
Esperamos encontrar sentido al encajar nosotros mismos en algún relato prefabricado sobre el universo, pero según la interpretación liberal del mundo la verdad es justo lo contrario. El universo no me da sentido, yo doy sentido a el universo esa es mi vocación cósmica. no tengo un destino fijado o un dharma, podría elegir cualquier cosa, dice el autor Yubal Noah.
Así como todos los demás relatos cósmicos, el relato liberal empieza con una narración creacionista. Afirma que la creación tiene lugar en cada momento y que yo soy el creador. Cuál es pues, el objetivo de mi vida? Crear sentido mediante los sentimientos, los pensamientos, los deseos y las invenciones y eliminar o evadir cualquier cosa que limite la libertad humana para sentir, pensar desear, inventar. De ahí que la libertad frente a tales limitaciones sea el ideal supremo.
En términos prácticos los que creen en el relato liberal viven a la luz de dos mandamientos: crea y lucha por la libertad. La creatividad puede manifestarse en escribir un poema, inventar una nueva aplicación o descubrir una sustancia química desconocida. Luchar por la libertad incluye cualquier cosa que libera a las personas de las limitaciones sociales, biológicas y físicas. Ya sea manifestarse contra dictadores brutales, enseñar a niños a leer encontrar una cura para el cáncer o construir una nave espacial. El panteón liberal de los héroes es amplio y alberga a Rosa Park y a Pablo Picasso junto a Luis Pasteur y a los Hermanos Wright.
El relato liberal nos instruye en buscar libertad para expresarnos y realizarnos. Pero tanto “nosotros” como la libertad son quimeras mitológicas tomadas prestadas de los cuentos de hadas de tiempos antiguos. El liberalismo tiene una idea particularmente confusa del libre albedrío, tenemos deseos y a veces somos libres para cumplirlos. Sí por libre albedrío entendemos libertad para escoger que desear….Entonces los humanos no tenemos libre albedrío, porque siempre habrá circunstancias externas e internas a nosotros que conspiren para no permitirnos hacer lo que realmente queremos.
Considera simplemente el próximo pensamiento que aflore en tu mente. De dónde procede? has elegido pensarlo libremente? y entonces lo has pensado? Claro que no, el proceso de autoexploración empieza con cosas sencillas y cada vez se torna más difícil. Al principio nos damos cuenta de que no controlamos el mundo exterior a nosotros, yo no decido cuando llueve, después nos damos cuenta de que no controlamos lo que ocurre dentro de nuestro propio cuerpo, yo no controlo mi tensión sanguínea, a continuación comprendemos que no gobernamos ni siquiera nuestro cerebro, yo no les digo mis neuronas cuando disparar. Al final hemos de darnos cuenta de que no controlamos nuestros deseos ni siquiera nuestras reacciones a tales deseos.
Pensamos que ya sabemos quiénes somos. Pero una vez que nos damos cuenta de que vaya!! esos pensamientos no soy yo, son sólo unas vibraciones bioquimicas. Entonces también nos daremos cuenta de que no tenemos ni idea de quién o qué somos, este puede ser el inicio del viaje de descubrimiento más apasionante que un humano puede emprender.
Un paso fundamental en ese viaje es reconocer que “el Yo” es un relato ficticio, que los mecanismos intrincados de nuestra mente construyen, ponen al día y reescriben sin cesar. En mi mente hay un narrador que explica quién soy, de dónde vengo, hacia dónde me dirijo y que está ocurriendo ahora mismo. Como los experimentos manipuladores del gobierno que explican y maquillan las últimas turbulencias políticas, el narrador interno se equivoca en muchas ocasiones, pero rara vez lo admite.
Y de la misma forma que el gobierno construye un mito nacional, con banderas, iconos y desfiles, mi máquina de propaganda interna construye un mito personal con recuerdos estimados y traumas apreciados que suelen guardar muy poco parecido con la verdad.
De la misma manera que no somos los vientos, tampoco somos la movilidad de nuestros pensamientos, emociones y deseos que experimentamos y sin duda no somos el relato purificado que contamos de ellos con referencia a nuestro pasado. Los experimentamos todos, pero no los controlamos, no los poseemos, sino somos ellos. La gente pregunta quién soy y espera que se le cuente un relato, lo primero que hemos de saber de nosotros es que no somos un relato con actores estelares, villanos y verdugos y escenarios a medida.
El universo no tiene sentido y los sentimientos humanos tampoco tienen sentido alguno, no son parte de un gran relato cósmico, son sólo vibraciones de fibras neuronales que aparecen y desaparecen sin propósito concreto, esa es la verdad piénsalo.
Buda enseñó que las tres realidades básicas del universo son: que todo cambia sin cesar, que nada tiene ninguna esencia perdurable y que nada es completamente satisfactorio. Podemos explorar las regiones más alejadas de la galaxia o nuestro cuerpo y nuestra mente pero nunca encontraremos algo que no cambie, que tenga una esencia eterna y que nos satisfaga por completo.
El sufrimiento surge porque la gente no tiene en cuenta esto, cree que en algún lugar existe una esencia eterna que si pudiera encontrarla y conectarse a ella estaría completamente satisfecha, a veces a ese esencia eterna se le domina denomina Dios, a veces Nación, a veces Alma, a veces el auténtico Yo y a veces amor verdadero y cuántas más personas están conectadas a ella, más desengañadas y desgraciadas se sienten debido a su incapacidad de encontrarla. Peor todavía cuando mayor es dicha conexión; mayor es el odio que esta gente desarrolla hacia cualquier persona, grupo o institución que parezca situarse entre ellos y su objetivo anhelado.
Así pues según Buda la vida no tiene sentido y la gente no necesita crear ningún sentido, sólo tiene que darse cuenta de que no existe sentido y así se libera del sufrimiento causado por nuestras conexiones y nuestra identificación con fenómenos pasajeros.
Que debo hacer? pregunta la gente y aconseja: no hagas nada, absolutamente nada, todo el problema radica en que no paramos de hacer cosas. Aún con el plano mental estamos muy atareados creando relatos e identidades, luchando en batallas y obteniendo victorias. No hacer nada en realidad significa que la mente tampoco hace nada ni crea nada.
Después de que Yubal Noah acepta que la vida no tiene sentido, encuentra el sentido en explicar esto a los demás, debatiendo con los incrédulos, dando discursos a los escépticos, donando dinero para construir monasterios, etcétera.
Cuando los políticos que tratan de vender sentido, empiezan hablar en términos místicos, cuidado! podrán intentar disfrazar y justificar el sufrimiento real, envolviéndolo en palabras manipuladores e incomprensibles.
Seamos especialmente prudentes a propósito de las cuatro palabras siguientes: sacrificio, eternidad, pureza y redención, si hay alguno de esos términos en el discurso político, haga sonar la alarma, y si resulta que vive en un país cuyo dirigente dice de forma rutinaria cosas como: su sacrificio redimira la pureza de nuestra nación eterna. Sepa que tiene un problema grave. Para conservar la cordura intente siempre, traducir ese discursillo en términos reales: será un soldado que grita agonizante, una mujer que es apaleada y vejada o un niño que tiembla de miedo.
De modo que si quieres saber la verdad acerca del universo, el sentido de la vida y de tu propia identidad, lo mejor para empezar es observar el sufrimiento y analizar lo que es. La respuesta: el sufrimiento no es un relato.
Conclusiones
La respuesta a quién soy? Que debo hacer? Y cuál es el sentido de mi vida? Esta predeterminada por el medioambiente en donde me desarrollo, incluyendo el bagaje cultural y la religión.
Buscando esa respuesta con los mejores conocimientos de ciencia, política y religión Yubal Noah Harari nos presenta muchas opciones de posibles respuestas dependiendo del relato que pueda explicar mi realidad y cuál es el papel concreto o guión a realizar.
Por ejemplo en la religión Indu, el Dios Krisna asigna un dharma o (conducta piadosa concreta) a cada ser humano que debe que cumplir, el humano tiene que descubrirlo y cumplir su dharma para alcanzar la alegría y felicidad. Y ese es su propósito en la vida.
En la película de Walt Disney de Él Rey León, Simba se aleja de reino de joven y cumple posteriormente su dharma cuando regresa, mata a su tío Scar, que había usurpado el poder y empobrecido al reino. Toma su lugar como Rey León y regresa la prosperidad al Reino, cerrando el ciclo finalmente cuando presenta a los animales a su primogénito, que será rey algún día. Ese es el sentido de la vida de Simba.
En el relato musulmán Ala creó el Universo y el Corán y se los paso a los humanos y su destino es hacer cumplir esas leyes. En el día del juicio Ala juzgará y dará a cada quien su merecido.
El manifiesto comunista proclama que la historia de la sociedad ha sido la historia de la lucha de clases y el sentido de la vida es eliminar al comportamiento burgués y entregar el poder al proletariado.
Todos los relatos son incompletos, para construir una identidad viable se necesita un mínimo de dos cosas: Un papel para desempeñar y un relato que se extienda más allá de mis horizontes.
En el relato nacionalista los héroes, los desastres nacionales, las injusticias y abusos que haya sufrido la nación y sus héroes y mártires, aquí el sentido de la vida es proteger a la nación y vengar los agravios en cuanto se presente la oportunidad.
El relato más simple y poderoso es el relato romántico, aquí el sentido de la vida es: encontrar el amor incondicional.
En el relato católico es cumplir los mandamientos y con los ritos de la iglesia en vida y en el día del juicio, alcanzar la vida eterna.
Todos los relatos son ficticios, son creaciones humanas, y para hacer que se perciban como algo real se crean los ritos (como el pan y el vino en la comunión de la misa católica). En los militares la disciplina y el ritual de marchar ante los superiores perfectamente uniformados.
El más grande creador de rituales fue Confucio, con muchos libros al respecto, dedicados para alcanzar la armonía social y la estabilidad política, entonces ese es el sentido de la vida de los Chinos.
Aún el concepto de nación es un relato ficticio, que se hace tangible con un himno y una bandera.
El sacrificio personal es el rito supremo y el más real. Al ayunar Dios está más presente.
La mayoría de los relatos la gente no los puede cumplir cabalmente, por lo que los cambia por pequeños sacrificios. Esto lo vimos también en el siglo XX.
Cuando el gran relato racista Nazi voló por los aires al final de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los alemanes se recuperaron rápidamente y continuaron sus vidas.
Las religiones de han preocupado por ensalzar la virtud de la Fe y rechazar como el peor pecado a la Duda porque la mayoría de la gente no está convencida absolutamente.
Actualmente con la cultura moderna, la Fe es es una esclavitud mental y la Duda una condición previa para la libertad. Las personas en la actualidad se exponen a una gran cantidad de relatos y es libre para probarlos todos o a combinarlos de acuerdo a cómo le acomode.
Con el descubrimiento del relato liberal occidental se encuentra que todos los relatos son falsos. El sentido de la vida no es un producto prefabricado, no hay nada externo a mi. Yo le imprimo el significado mediante mi libre albedrío.
El objetivo de mi vida es crear sentido madiante mis sentimientos, mis pensamientos, deseos e invenciones y evadir cualquier cosa que limite la libertad humana.
La libertad es el ideal supremo. Aunque siempre estará limitada por circunstancias externas e internas.
Actualmente ya sabemos que nuestras neuronas disparan pulsos electroquímicos para comunicarse entre ellas. Que el Yo es una narración que se reescribe diariamente y que el narrador a veces exagera o miente y no lo acepta fácilmente.
Buda dijo que había 3 realidades: todo cambia constantemente, nada tiene esencia perdurable y nada es perfecto o satisfactorio y que el sufrimiento surge por no entender esto.
Entonces que debo hacer: nada, tranquilizar mi mente, y nada más. Quieres saber el sentido de la vida y de tu identidad, observa el sufrimiento. Es lo único real y puede ser evitado
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