Comentarios a la semblanza de la vida de Viktor Frankl del libro Cuando el mundo Gira Enamorado
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Introducción
Estaba Víktor postrado en su cama y no tardó tiempo en darse cuenta que la fiebre provocada por el tifus le subía espectacularmente, era una fiebre peculiar llamada la fiebre de tabardillo que provocaba delirio e excitación a todos los enfermos, en especial por la noche, el psiquiatra la identificó enseguida.
Dios mío rezo, no quiero caer en ese delirio febril que me llevará directamente a la cámara de gas.
Y fiel a su lema de aceptar la enfermedad, distanciándose al mismo tiempo de ella, decidió aprovechar su exitacion febril para reconstruir ya desde esta noche el manuscrito de El médico y el Alma sacó del bolsillo su lápiz además de unos trozos diminutos de papel y comenzó a estampar unas cuantas palabras taquigráficas en medio de la noche y a obscuras. Empezó a escribir:
Existen en el hombre tres tipos de valores que dan sentido a su vida anota Víktor, primero; valores creativos, segundo valores vivenciales y tercero, valores de actitud, por ejemplo un enfermo que yo atendí vivió sucesivamente sus tres valores de forma casi dramática; era un hombre joven que tenía la profesión de diseñador de publicidad. Al diseñar anuncios vivia intensamente los valores creativos.
Sufrío un tumor en la parte alta de la columna vertebral y ya no pudo ejercer su profesión y perdió por lo tanto, esos valores creativos. En el hospital se entregó a la lectura de libros y se deleitaba oyendo música escogida y animaba a los otros pacientes, entonces pasó experimentar la segunda etapa de los valores, los vivenciales, es decir le daba sentido a su vida acogiendo ese segundo tipo de valores. Este es el primer viraje.
Finalmente su parálisis progreso tanto que ya no fue capaz de leer y ya no aguantaba los auriculares para oír música, Víktor sigue escribiendo taquigraficamente, en ese entonces la actitud que tomó ante su destino fue ofrecer a Dios sin quejarse, sus dolores por sus seres queridos. Cuando yo pasé la visita de la tarde en la víspera de su muerte y sabiendo perfectamente lo que le aguardaba, el admirable enfermo me rogo que le pusiera la inyección de medianoche para que yo no me molestara en levantarme a la mitad esa noche.
Ese hombre aún en las últimas horas de su vida, no se preocupaba en absoluto de sí mismo, sino de sólo en los demás. Segundo y maravilloso viaje hacia el tercer tipo de valores los valores de actitud que son los más importantes para la persona y los más difíciles de asumir porque no todos aceptan el sufrimiento con dignidad.
Su amigo y colega el doctor Pannwitz estaba asombrado de esa cualidad, Víktor aceptaba la enfermedad y sabía distanciarse al mismo tiempo de ella, dándole un sentido porque veía a los demás enfermos consumirse por la fiebre y bien lo sabía Pannwitz esto significaba la cámara de gas.
Creo que debo decidir si dejarme morir en este grupo de trabajo nocturno o cuidar enfermos en otro campo de concentración, creo que lo mejor es que como voluntario, y si tengo que morir al menos puedo darle algún sentido a mi muerte, tiene más sentido ayudar a mis camaradas como médico, repitió Víktor, y no perder la vida trabajando en forma improductiva.
Dicho acuerdo del médico jefe se lo diría a el suboficial del equipo sanitario ordenado en secreto que cuidara de forma especial a los médicos voluntarios. Durante las jornadas siguientes también por las noches Víktor siguió reconstruyendo su libro El Médico y el Alma y al noveno día por fin salio de la enfermería casi totalmente restablecido de su enfermedad.
Pero si ahora nos llevan de regreso a Auschwitz? A las cámaras de gas. He aprendido a dejar que el destino siga su curso, los ojos del doctor Otto Panwitz tenían una expresión de piedad, como si comprendiera, le estrechó la mano a Víktor en silencio a modo de adios, y Viktor le pidió:
Todavía te queda algo que hacer por otros personajes, a pesar de mi voluntad, escucha, en caso de que yo ya no regrese a casa junto con mi mujer y en caso que de que tú la vuelvas a ver, dile que yo hablaba de ella a diario, continuamente, recuérdalo, en segundo lugar que la amaba más que a nadie, en tercer lugar que el breve tiempo que estuve casado con ella tiene más valor que cualquier cosa que hallamos pasado aquí.
De acuerdo dijo, a pesar de sus lágrimas de niño, Otto trató de memorizar todo, palabra por palabra y si te acuerdas dile que para mí el mundo gira siempre enamorado como los pendientes que le regalé. A la mañana siguiente Víktor Frankl partiría en el transporte.
A pesar de los malos augurios el destino de ese transporte no era Auschwitz, era otro campo de concentración en Baviera, al llegar hablo con otro médico jefe también prisionero como de 50 años qué le dijo: nuestro abandono a la Providencia de Dios ha sido más útil que todos nuestros primeros cálculos, el doctor Frankl y el doctor Bela fueron recibidos por el médico jefe que también era un médico experimentado, les invitó a tomar un café aguado en el despacho pobre y destartalado. Bienvenidos, les dijo por fin han llegado, exclamó mientras recetaba.
Para un médico húngaro como yo, con lo meticuloso que soy y tanto trabajo, resulta agobiante. Yo también soy húngaro dijo Bela qué casualidad Dios los cría y ellos se juntan dijo Víktor, el doctor pasó revista de la situación de los enfermos en el campo y a repartir el trabajo, los dos recién llegados un barracón para cada uno.
El verano pasado los soldados americanos del tercer ejército dirigido por el general Patton han avanzado rápidamente por Francia y muchos enfermos creían que los carros de combate aliados llegarían aquí en Navidad, esta se fue acercando a la fecha sin que se produjera ninguna noticia alentadora, los prisioneros perdieron su valor y los venció el desaliento.
Comprendo dijo Víctor para conseguir que un prisionero tenga fortaleza interior hay que mostrarle antes que nada una meta futura y que no pierda la esperanza en esa meta, ya lo decía el filósofo alemán Nietzsche el que tiene algo porque vivir es capaz de soportar cualquier como necesitamos encontrar los recursos, un porque, una meta para la vida, a fin de fortalecer los porques para soportar el terrible como de su existencia.
El problema es que en muchos casos me dicen yo ya no espero nada de la vida y qué respuesta les puedo dar, tenemos que enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espera algo de nosotros, es la vida que nos pregunta a nosotros y consiste en asumir la responsabilidad personal y cumplir las tareas que la vida da continuamente a cada individuo.
Obviamente respondió Víctor cada uno es distinto y único, ninguna situación se repite con exactitud, unas veces la vida puede decir a un hombre que emprenda algún tipo de acción, yo los llamo valores creativos, otras veces lo que pide la vida es meditar y sacar consecuencias para su propio existir, yo lo llamo valores vivenciales , Y por último a veces lo que la vida exige al hombre puede ser simplemente aceptar su destino y cargar con su cruz a eso yo les llamo valores de actitud , porque incluso sufriendo, la única oportunidad de esa persona es la actitud que adopta al soportar su carga en cualquier caso, insisto en que cada persona es única e irrepetible por eso yo quiero hablar con quien vea que se intenta suicidar.
Durante las jornadas siguientes siempre que era posible Víktor aplicó en el campo algo que podría definirse como los momentos de la psicoterapia por la higiene, tanto individual como colectiva, se trataba de procedimientos para salvar la vida generalmente con vistas a evitar el suicidio.
En otra ocasión le presentaron una pareja de un húngaro llamado Kendall y un francés llamado Henry que deseaban suicidarse, Víktor empezó con el húngaro y le dijo: de dónde eres, tienes familia, soy de Hungría y si tengo contesto, sólo tengo a mi hija Nadia, Viktor lo noto y dijo:
Entonces tu vida tiene un sentido muy concreto Nadia ella te espera mi querido amigo, Víktor hablaba en tono firme y persuasivo verdad que no deseas dejar a Nadia, verdad que quieres seguir vivo para ella. Sí, si, si lo afirma una y otra vez. El psiquiatra Vienés había conseguido su propósito, encontrar el sentido de la vida de Kendall mientras el doctor la atendía al rumano ofreciéndole un tranquilizante, Víktor miraba a Henry el francés que parecía un hombre culto e inteligente, y lo era efectivamente a sus 28 años hablaba francés, alemán, inglés y ruso y posee una óptima cultura, cientifica y literaria. Donde naciste le preguntó Víktor, no pienso, no pienso responder a ninguno de tus preguntas médico estúpido me suicidare y ya está, no lo entiendes curandero.
Henry ha subido todos los picos más altos de la tierra, casi; luego añadió pero no tiene ningún mérito simplemente necesitaba escribir una serie de libros de geografía. Explica y Víctor capta bien un rayo de luz en los ojos del prisionero y trata de que esa luz ilumine alguna senda hacia la selva oscura de su mente, si has escrito ya la colección entera sonrío Víktor, me temo que estoy en desventaja, no se preocupe dijo Henry me faltan algunos volúmenes, el psiquiatra se internaba más en la selva con una luz ahora más potente, entonces tienes que vivir Henry, has publicado una serie de libros sin haber llegado a la cima de tu obra. Me da igual en absoluto. La vida espera de ti una obra que tú y sólo tú puedes cumplir, lo mismo que a mí la vida me exige que escriba el original de mi libro que perdí en Auschwitz, para tu obra científica tu vida es tan insustituible como la vida de Kendall es para su hija no entiendes. Ahora Henry se quedó mirando pensativo el fondo de su vaso de te con limón y dijo con tranquilidad lo entiendo doctor Frank créame que le entiendo la verdad nunca lo había pensado, en mi vida hay una misión que sólo yo puedo realizar, Gracias de verdad Gracias.
Este gran cocinero te pregunta cómo tienes tanto éxito con los suicidas; lo sabes de sobra “Hay que llegar al alma de las personas” que se yo. Creo que tú logoterapia empieza interesarme dijo el doctor ve y observó el fondo de la botella por si acaso quedaba alguna gota más. Me importan casos parecidos a los que acabo de presenciar un par de ellos, no necesito que me cuentes de golpe tus 5,000 casos.
Feliz cumpleaños Víktor, Dios mío esclamo el psiquiatra, hoy es 26 de Marzo de 1945 cumplo nada más y nada menos que 40 años Gracias a todos.
Flesh el jefe del barracón falleció el día 31 de marzo de 1945 Dios mío lo lamento dijo el doctor Bela ante el cadáver del jefe del barrancon. La fiebre no perdona, si tuviéramos más medios este hombre no hubiera muerto de una infección tifoidea. Les dijo Víktor, pero la causa última de su muerte ha sido que la esperada liberación del día 30 de marzo no se ha producido y desilusionado totalmente, su fe en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, perdió su apoyo espiritual y se abandonó, por eso de pronto su cuerpo perdió resistencia contra el tifus latente.
El día planeado para la fuga llegó y Víktor no estaba preparado, le preguntó el doctor Bela, porque cambiaste de opinión? porque no te vas conmigo? porque no puedo, ni debo abandonar a mis enfermos prefiero quedarme con mis pacientes es todo querido Bela. Pero ni siquiera sabes que te sucederá… Lo que Dios quiera, contestó sonriente y abiertamente, por eso me ha desaparecido el remordimiento que tenía de dejarlos ahí tirados girando sobre sus tablones podridos y por eso tengo ahora una gran paz interior como nunca antes la he sentido. Según se acercaba el ejército aliado los alemanes hiban trasladando a casi todos los prisioneros a otros campos y poco a poco comenzaron a esfumarse también las autoridades del campo, los capos y los cocineros prácticamente hasta que sólo quedaban los enfermos y unos cuantos medicos prisioneros, asi llegó el último día que Víktor pasó en ese campo.
La tensión del último Campo
Ante la inminente llegada de los aliados los oficiales alemanes dieron la orden de evacuar completamente el campo al atardecer del día 27 de abril de 1945 todos, también enfermos y médicos deberían ser transportados aquella tarde porque los soldados de las SS van a prender fuego al campo por la noche para no dejar muchos huellas de su barbarie.
Teniendo todo preparado para su escapatoria el doctor Bela le dijo a Víctor permíteme un momento voy a conseguir más pan para el camino, la espera a Víctor se le hizo infinitamente larga. Cuando regresó dijo me ha costado mucho trabajo conseguir suficiente comida, hay mucha vigilancia, bueno bien vámonos. Pero algo lo detuvo, de pronto la verja del campo se abrió de par en par y Víktor exclamó “Dios mío gracias Doctor Bela estamos salvados”, en ese momento entraba un camión de la Cruz Roja Internacional.
Acompañado de otras personas el delegado de la Cruz roja de Ginebra con el camión se detuvo en La explanada, ahí lo rodearon todos los que quedaban en el campo de concentración. Enseguida quienes venían dentro descargaron cajas con medicinas y se repartieron cigarrillos, la alegría era inmensa.
Quedan todos bajo mi protección dijo el delegado de la Cruz roja y para permanecer cerca del campo yo mismo me alojare en una granja vecina, ahí estaré a su disposición. Los dos médicos encontraron un último cadáver y lo enterraron en la estrecha zanja que habían cavado para los tres últimos cuerpos. El soldado alemán que los acompañó se volvió de pronto extremadamente amable, la situación iba a cambiar y trató de ganarse la simpatía de ambos, incluso participo en las oraciones que los doctores ofrecieron a los muertos antes de echar la tierra sobre ellos. Sabes Víktor le dijo Bela en el camino de vuelta. Ese tipo es un caradura; pobrecillo disculpalo, tendrá mujer e hijos.
Ahora son los miembros de las SS los que se muestran muy amables e incluso nos felicitan por nuestra buena suerte, los presos que podían tener fuerzas fueron entrando a los camiones, los que estaban enfermos eran cargados por los demás. Ya sin esconder sus mochilas Víktor y Bela quedaron en el último grupo, a la espera de subir al camión de repente un oficial dijo, solo caben trece personas, ni una más y separaron a Bela y a Viktor y les dijeron ya no hay lugar, además ustedes ya se hiban a evadir. Pero de todos modos nos dijeron que vendría otro camión y en el subiremos los que faltamos. Fue una espera larga e inútil porque el camión no llegó, bueno vámonos a dormir dijo Víctor ya estoy harto de esperar, mañana será otro día. A tierra dijo el médico hechense todos a tierra empezaba a amanecer y Víktor miro por la ventana:
Fantástico muchachos el psiquiatra ahí afuera en el campo hay una bandera blanca que flota al viento. Bienvenido General Pattón bienvenido cantaron todos. La mañana de su liberación por primera vez, el psiquiatra vio los alrededores del campo con los ojos de un hombre libre, somos libres somos libres, se repetía una y otra vez sin creerselo del todo.
Al atardecer cuando volvieron al barracón le preguntó dime doctor Bela has estado muy contento? para ser franco no, realmente, Víktor hemos perdido la capacidad de alegrarnos y tenemos que recuperla poco a poco los prisioneros nos encontramos en algo así como despersonalizados, nos parece irreal y improbable como un sueño, no podemos creer que sea verdad cuántas veces en los años pasados nos han engañado.
Poco después de su liberación mientras paseaba por la campiña florida, camino del pueblo más próximo, veía las alondras elevarse hasta el cielo azul incluso podía oír su canto, había tierra y había cielo había júbilo en las alondras, la libertad en el espacio abierto Víktor se detuvo, miró a su alrededor y después al cielo y finalmente cayó de rodillas.
En aquel momento sabía muy poco de él mismo y del mundo sólo tenía en la cabeza una frase, siempre la misma “desde mi estrecha prisión llamé a mi Señor y él me respondió desde el espacio en libertad siempre supo que aquel día en aquel momento su vida empezó de nuevo” se encuentra a otra persona en el camino un holandés ve su mano y le pregunta que jugueteas en la mano, el holandes abre la palma de la mano y Viktor vio algo que le sorprendió.
Era un pequeño globo dorado que representaba la tierra, con los océanos esmaltados en azul y sobre la banda del ecuador, también dorada, una inscripción en donde pudo leer: El mundo gira enamorado era seguro uno de los pendientes que le había regalado a su esposa Tilly, ahí mismo se enteró de que ella había muerto en los campos de Bergen-Belsen. Y su madre y hermano en Auschwitz.
Esos son los únicos pendientes que existen en Viena le dijo, le compro ese pendiente. Llegaron a un acuerdo y Víctor una vez más pudo contemplar una y otra vez el oro. Está ligeramente abollado pensó pero aún así, El Mundo Sigue Girando Enamorado.
Víctor Frank falleció en Viena en 1997 a los 92 años de edad y pudo contemplar como la logoterapia se extendió por los cinco continentes. Recibió 29 doctorados honoris causa en universidades del mundo entero. De sus 32 libros traducidos a 26 idiomas se han vendido por varios millones de ejemplares, tan solo el libro el hombre en busca de sentido ha vendido hasta ahora nueve millones de ejemplares. Tengo una reseña de ese libro, aquí en este blog puedes encontrarla en el índice de articulos publicados. Liberado Viktor volvió a escalar montañas incluidas las de Salzburgo que solo vio por la mirilla de aquel tren que llevaba ganado humano…
Conclusión
La vida de Víctor Frankl, su etapa de formación y sus experiencias previas con Sigmun Freud y Alfred Adler le permitieron estar listo para desarrollar la teoría y la práctica de la logoterapia para el tratamiento de casos extremos de personas desesperadas con intensión de suicidio como las que trato en los campos de concentración, básicamente encontrandole un sentido a la vida del paciente, basándose en la filosofía de Frederic Nietzsche que dice que “una persona puede soportar muchos privaciones cuando existe un porque que valga la pena”.
En la logoterapia la primera fase es investigar si la persona a tratar tiene valores creativos que le guste desarrollar, en su trabajo o laborando a favor de una causa en su comunidad, un segundo nivel es investigar que valores o actividades o sensaciones le pudieran dar un objetivo para mantenerse vivo y un tercer nivel es cuando la persona casi ya no encuentra ningún valor en su propia vida y se desprede y se vuelca a ayudar a los demás y es ahí en donde encuentra el sentido de su vida.
En estas tres etapas es donde trabajo Viktor Frankl que le permitieron fundar la tercera escuela Vienesa de psicoanálisis, después de Sigmund Freud y Adler
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