Comentarios al libro de Mo Gawdat CBO de Google
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Introducción
En esta ocasión te presentaré lo que Mo describe sobre dos cosas importantes de las que si tenemos control: Nuestros actos y nuestras actitudes. Así como nuestra relación con nuestros miedos que podemos aprender a dominar.
Tus actos
El concepto de desapego, el no aferrarse a posesiones o posturas, ser flexible especialmente cuando te esfuerzas por alcanzar tus objetivos, consciente de que los resultados son imposibles de predecir. Cuando sucede algo inesperado, el concepto de desapego nos pide que aceptemos la nueva dirección y lo intentamos de nuevo. Así no hay tristeza ni remordimiento y la pérdida de control no provoca dolor. A esto Mo le llama aceptación comprometida.
Primero adopta la acción responsable, luego prescinde de la necesidad de control.
La práctica de la aceptación comprometida se ha convertido en mi prioridad. Me concentro en hacer lo mejor posible en cada minuto y en cada situación. Seguiría apostando alto pero permanecía emocionalmente despejado del resultado. Si fallaba en un objetivo hecha a la vista atrás aprendía y lo intentaba de nuevo como si no hubiera pasado nada: porque en la realidad nada se había perdido, Como Ali he aprendido a dar lo mejor de mí mismo en cada situación y confiar en que todo irá bien.
Tu actutud
Aunque los actos son los que aseguran el éxito, la actitud es el verdadero punto de inflexión. Trata de disfrutar el día, cualquiera que sea la circunstancia, elige tu buena actitud.
A veces la vida te ofrecerá malas cartas. No tienes que convertir cada giro inesperado de los acontecimientos en una tragedia. Quizá tengas que rehacer tu camino, porque nada se ha perdido hasta que decidas abandonar. Ármate con la actitud correcta. Como dijo Óscar Wilde:
«Al final todo irá bien, y si no va bien, aún no estamos en el final…»
Aferrarnos al control
No hay nada malo en planificar e intentar asumir el control. Nuestra forma de reaccionar ante un acontecimiento inesperado es lo que nos hace descarrilar. Cuando las cosas cambian, reaccionamos intentando ejercer más control en un intento por volver a nuestro camino. Lo que deberíamos hacer es observar la situación actual con una perspectiva nueva y refrescante e intentar utilizar los nuevos acontecimientos a nuestro favor, a pesar de que han sucedido al margen de nuestro control.
De vez en cuando, todos afrontamos dificultades ineludibles, si no puedes hacer nada para cambiar las circunstancias actuales elimina el entorno de tu algoritmo de la felicidad y resuélvelo. Algo podrás hacer, no está todo perdido…
Cuando la vida se torna dura algunos sentimos que hemos perdido el juego y que la vida a ganado pero la vida no intenta derrotarnos La vida ni siquiera participa: el juego es tuyo.
Mi ídolo en la felicidad, el Dalai Lama es un ejemplo de compromiso, de usar las cartas que le ofrece la vida a su favor, desechando las malas. Hace todo lo posible acerca de lo que controla y acepta todo lo que puede controlar con paz y sabiduría.
Mi actutud
Como producto de la muerte de su hijo Ali, Mo decidió convertir la trajedia en sonrisas. Cuando se siente deprimido o desmoralizado recuerda el verso del videojuego favorito «no tiene sentido llorar por cada error. Sigue intentándolo hasta que se agote la bateria. Así es como se gana el juego de la vida. Esto es lo que puedo controlar. La Perseverancia ayuda.
Capitulo 8 Yo también podría saltar
Ahora analizaremos otra ilusión que debemos entender y afrontar: El miedo.
Nunca he conocido a guíen que no tenga miedo a algo. Algunos lo disimulan bien, bajo una fachada imperturbable y otras ni siquiera sabe que la motivación de sus muchos de sus actos es el miedo. Pero todo mundo tiene por lo menos un temor que gobierna su vida y limita su libertad.
Creo que puedo ayudarte para vencer tus miedos pero tienes que ser abierto y honesto contigo mismo. El camino es complicado pero te guiaré a travez del proceso, pasó a paso para que puedas vivir liberado de las ansiedades que te retienen .
El proceso:
1.- Admite que tienes miedo
2.- Comprende que es el miedo.
3.- Nombra tu miedo.
4.- Comprende los juegos mentales del miedo.
5.- Haz la promesa.
6.- Salta.
Admite que tienes miedo
Ningún problema puede ser resultó hasta que lo identificamos con precisión por lo que el primer paso para tratar tu miedo es admitir que estás asustado. La ansiedad es un derivado directo de los temores que viven en nosotros. Es el producto del pensamiento o proyecciones del acontecimientos imaginarios proyectados al futuro.
La frustración deriva del temor a que intentos posteriores no alcancen nuestro objetivo y que ello suponga algo más que un fracaso. El disgusto es el temor a la interacción con algo que representa un desagrado o un daño futuro o cuando recibes menos de lo que esperabas. El duelo surge en parte del temor de cómo será la vida después de la pérdida, el miedo por la seguridad del ser amado ante el misterio de la muerte y miedo a la propia muerte.
La vergüenza es el temor al rechazo debido a las acciones propias del pasado. La envidia y los celos son producto del miedo a ser menos que los demás. El pesimismo es el miedo a que la vida nunca te satisfaga, a que al futuro sea peor que el presente. Toda emoción negativa que sientas, presentará unas trazas de miedo.
Cuando te resulta difícil de admitir tus temores plantéate una pregunta diferente ¿Eres libre?
Esta pregunta le ayudó a Mo a revelar sus temores uno a uno y había muchos. Ya no me avergüenza admitirlo: forman parte del ser humano. Con los años se superan muchos miedos, pero no todos y hay que luchar.
Uno de los mayores miedos es el fracaso. Ya lo admití y ahora te toca a ti.
No es ingeniería aeroespacial; si hay algo que hacer pero no eres capaz, entonces no eres libre, aunque no estés en una presión física. Piensa en los muros invisibles de tu cautiverio, y llámalos como quieras o nómbralos simplemente como miedo.
Comprende que es el miedo
Todo miedo se origina en una respuesta condicionada producto de experiencias del pasado.
Nombra tu miedo
El miedo a las alturas o a los lugares cerrados, a la obscuridad o a las inyecciones son tangibles ¿pero qué pasa con el miedo al rechazo social? Hay miedos ocultos, vivimos con ellos mientras nos devoran desde el interior. Algunas personas temen carecer del dinero para comprar lo que necesitan, quedan atrapadas por un esfuerzo constante por acumular todo lo que pueden, pero nunca se sienten seguras al margen de la riqueza que logren reunir. Otros temen perder su libertad, entre otras cosas la libertad de movilidad física, la libertad de expresar libremente la opinión o capacidad de tomar decisiones libres debido a controles externos, como un jefe, una estructura empresarial o una relación comprometida como el matrimonio, a no cumplir las expectativas y el temor al fracaso.
A perder el control, a la soledad, a el rechazo social o al ridículo, todos tememos a la muerte y por lo tanto a envejecer, también al miedo de no afrontar tus propios miedos. Algunos de estos son tus miedos, admitirlo, és humano.
Comprende los juegos mentales del miedo
Nuestros miedos son difíciles de descubrir porque se ocultan y cambian. En su forma más pura el miedo es un mecanismo de defensa que se activa para advertirte de la proximidad de un peligro, te prepara para que tomes acciones necesarias para evitar el dolor y el sufrimiento físico o psicológico.
Sin embargo un dolor es un mecanismo controlado por tu cerebro, el dolor es una forma de pensamiento. La tolerancia al dolor no es real porque un acontecimiento idéntico podría producir una respuesta diferente de un individuo a otro. La tolerancia al varía según la situación y de persona a persona.
Como el dolor es un pensamiento puedes apartarlo y aprender a suprimirlo.
Si te concentras puedes superar el dolor
Todo lo que aplica al dolor físico aplica al dolor psicológico, el pensamiento puede generar el dolor emocional, trasmitido a pensamientos incesantes que pueden producir dolor y esto produce sufrimiento.
Nuestro cerebro puede estar reproduciendo indefinidamente cada recuerdo doloroso del pasado y cada posible escenario aterrador del futuro, por su naturaleza nuestro cerebro exagera el miedo.
El miedo real o central está cubierto de capas de protección y la fachada es el miedo aparente.
Hablar en público es miedo aparente, miedo a defraudar expectativas y miedo al ridículo. El miedo central es el miedo al ridículo y los miedos aparentes son el miedo a defraudar expectativas y otras capas de protección. Como no exponerte a que critiquen tu actuación. Todas esas capas te mantienen paralizado y tu cerebro para mantenerte alejado del miedo central; construye un modelo de seguridad que perpetúa el círculo vicioso. La vida se convierte en una verdadera y dilatada película de terror, sin pausas publicitarias.
No hay Modelo de seguridad, cuanto más te esfuerces, mayor será tu fracaso
La única forma de escapar del círculo vicioso es destruirlo en su centro y lograr que se desmorone por completo, afrontar tus miedos uno a uno puede parecer duro.
El miedo es el camino obscuro
El miedo lleva a la ira. La ira lleva al odio y el odio lleva al sufrimiento ya lo dijo Yoda el sabio maestro de la guerra de las galaxias.
Haz la promesa
Muchos de nosotros nos conformamos con sufrir y llegamos a creer que así es la vida.
El primer paso para eliminar los miedos es reconocer que tenemos miedos y después afrontarlos, en vez de ocultarlos tenemos que afrontarlos.
Como los elefantes en cautiverio que en la infancia trataros de liberarse y fracasaron, finalmente se resignan y dejan de luchar.
Lo mismo puede pasarle a una persona; exagerando sus miedos pierde la libertad por haberse resignado.
Pero no hay aspectos positivos en el miedo. Lo que te mantiene a salvo son tus actos, no tus miedos.
Lo único que quiere la vida es ser experimentada
No estarías aquí si tú presente coincidiera con tus temores del pasado ¿No es cierto?
Cuando actuamos a pesar de muestro miedo, cualquiera que sea, descubrimos que no había nada que temer, era un desastre al principio pero una vez superado descubrimos que mereció la pena.
¿Estás listo para el reto?
Salta
Para superar tu miedo debes ponerte frente a él.
La mejor manera de convertir tus miedos es reconocerlos y enfrentarlo a la cara. Si tú miedo es hablar en público, preséntate como voluntario en la primera oportunidad para hablar, sitúate en el punto de no retorno, no pienses sólo actúa, todo irá bien. Te lo prometo ahora, te presento una serie de preguntas que te guiarán en el camino para superar tus miedos.
¿Qué es lo peor que puede suceder?
…perder el empleo, si fuera asalariado, perder el negocio, no porque ya solo soy emprendedor de mi blog. Tocando fondo y a partir de ahí todo coincide para subir. He seguido el proceso mental correcto y de paso hemos desenmascarado el miedo correcto que encierra tu mente.
Empecemos a ascender…
¿Y que?
Esta pregunta es el punto de inflexión que nos aleja del miedo y nos acerca a la valentía, ¿puedo perder él negocio? ¿Me moriría de hambre? ¿tendría que buscar trabajo? ¿Es probable que seceda? En su caso se puede reducir el nivel de consumo y gastos al mínimo. Y pedir ayuda a todos, en caso necesario…
Mi comentario
Nuestros actos son los que nos permiten avanzar hacia el éxito que pretendemos lograr, hacerlo con desapego y sin aferrarnos a posturas inflexibles facilitarán mantener en equilibrio nuestro algoritmo de la felicidad. Es decir estaremos alcanzando nuestras metas en el aquí y ahora, todos los días. Sin embargo los actos son necesarios pero no suficientes, se requiere que se hagan con buena actitud en el presente y que seamos capaces de eliminar esas actitudes negativas del pasado y del futuro y concentrarnos en las actitudes positivas del presente.
Otra ilusión que afecta nuestro algoritmo de la felicidad es nuestra relación con el miedo, que no debe paralizarnos, ni limitar nuestra libertad, Mo nos presenta un proceso para eliminar cada uno de ellos, opino que funciona vale la pena probarlo.
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