Dirigir Espiritualmente

Cómo Dirigir Espiritualmente

Síntesis de Ideas Principales del Libro de Anselm Grün y Friedrich Assländer

Tiempo de lectura: 6 minutos.

¿Cómo Dirigir Espiritualmente?

Dirigir requiere de autoconocimiento. Es una tarea valiosa y dotada de sentido que enriquece a la persona que la lleva a cabo. El propósito empresarial no solo abarca beneficios económicos, sino también satisfacciones personales para las personas implicadas incluyendo a los directivos. Ser dirigido requiere una aceptación voluntaria de guía. Los empleados de empresas exitosas se sienten orgullosos de pertenecer a ellas.

La tradición y los valores de la empresa guían el estilo de dirección que se encarga de promover su observancia. Dirigir implica influir. Para poder hablar de Dirección se requieren 3 elementos:

  1. Debe existir la comunicación informacional y la comunicación relacional. Estas se presentan en cualquier comunicación. La primera trasmite información y la segunda sentimientos.
  2. La definición de metas como expectativa o exigencia.
  3. Queda implícito que la conducta será observada y valorada con feedback o retroalimentación a las personas. Esta retroalimentación puede ser de corrección o de desarrollo para alcanzar las metas propuestas. Utilizando la inteligencia emocional como herramienta.

Influir en las personas depende del estilo y actuación de la dirección y la ética dentro de un sistema empresarial global

Hacerse cada vez mejor es la principal tarea del que dirige desarrollando una personalidad apta para el liderazgo, la aceptación, la credibilidad y la fiabilidad.

La disciplina es un arte de ser feliz, las personas satisfechas se fijan metas ambiciosas y trabajan disciplinadamente para lograrlas. Alcanzar metas hace felices a las personas, incrementa la autoestima, da seguridad en uno mismo y influye en el desarrollo de la personalidad.

Ser sabio designa al hombre que se ha conciliado con su presente y el pasado de su vida, se gusta a si mismo y es capaz de observar su emociones, necesidades y pasiones objetivamente, una directiva sabia es más exitosa. Dirigir y ser dirigido son complementarios mutuamente y se integran a un todo.

La selección de los amigos y las relaciones sociales son de gran importancia para los que dirigen. Dime con quién andas y te diré quién eres. Siempre será más beneficiosa la relación con personas emprendedoras y optimistas con un clima positivo que contagia e inunda energía y confianza.

La conciencia nos dicta qué es lo que debemos hacer para ser respetados en nuestra comunidad e integrarnos a ella y representa nuestro guion interior. Para adquirir nuevos patrones de conducta o costumbres, se requiere motivación y ser capaces de salir de la zona de confort. Todo hombre está en situación de elegir quién lo va a guiar y dejarse influir en función a sus valores, objetivos, condiciones e ideologías.

Los ojos son el espejo del alma, en ellos descubrimos sus sentimientos su tristeza, ira, disgusto, miedo o alegría. De ahí la importancia del contacto visual.

Un trabajador llevara mejor una tarea que depende de su buena voluntad, con un estado de ánimo equilibrado y de buen humor.

Cuando el trabajador se siente satisfecho, cuando se le respeta y valora, aumenta su rendimiento. Una conversación solo puede tener lugar cuando el interlocutor esta preparado para escuchar deteniendo sus propios diálogos internos y poner su atención sostenida. También enviará señales relacionales como el estado de ánimo y sentimientos. Cuando nos toca escuchar, renunciamos a nuestros propios pensamientos. El trabajo en equipo solo es posible con buena comunicación.

Es importante dirigir sobre objetivos quien carece de objetivos es como una pelota sin rumbo y al azar. La fijación de objetivos debe ser concreta, mensurable, ambiciosa y realista. Las visiones son imágenes del futuro que nos capacitan para rendimientos extraordinarios. Las personas de éxito siempre han sido guiadas por visiones. Son fuente de energía que se renueva una y otra vez y dan fuerzas para seguir adelante.

Una persona que se siente víctima es incapaz de actuar. Solo cuando nos esforzamos y asumimos riesgos, experimentamos en el éxito un sentimiento de felicidad. Quien dirige tiene que estar tomando decisiones constantemente. Los empleados prefieren directivos que toman decisiones pensadas, rápidas y concisas. Una decisión implica analizar varias alternativas y sus consecuencias con el objeto de maximizar el beneficio buscado, abre una puerta, pero cierra otras.

El éxito directivo está influido por la disposición de aprendizaje continuo y el incesante desarrollo de la personalidad para ser aceptado, tener confianza, carisma, inteligencia, habilidad para imponerse y credibilidad La aceptación resulta de la convergencia de factores como el conocimiento, habilidades sociales, capacidades, credibilidad y fiabilidad. Así como personalidad, autenticidad y superioridad intelectual. Dirigir eficazmente requiere liberarse del ego.

Todo feedback o retroalimentación cualificada engendra un sentimiento de estar siendo tomado en cuenta y de ser importante. Puede ser de refuerzo o de desarrollo. Las personas requieren respuesta positiva o negativa a lo que hacen para poder orientarse. Se puede lograr mucho con un elogio o buena opinión sobre un trabajo bien hecho que cumple o no las expectativas. Da sentimiento de seguridad, aumenta la autoestima y motivación.

Las personas en las que se puede confiar son una bendición, nos reportan paz y seguridad en los tiempos difíciles. Dirigir con valores define la línea de acción con las cuales se desea actuar. Estos son: justicia, valentía, templanza, moderación, prudencia, solidaridad, fe, esperanza y caridad. El que tiene alta estima a los valores, genera buena imagen con los empleados, clientes, proveedores y genera valores financieros, estos dignifican la vida la vida y le dan sentido. Generando una cultura de solidaridad, de trabajo y humanización.

Prestar atención a cada individuo, no es un lujo humanitario, es una necesidad sistémica para el desarrollo y eficacia de la organización. Espiritualidad es la conciencia de estar unido a un todo más grande al que estoy obligado y a cuyo servicio me pongo. Con ella trasciendo mi pequeño y estrecho «yo» y supero la cultura narcisista sobre mi, es también una cultura de amor, benevolencia y comprensión.

Las personas narcisistas no hacen nada por nadie y lo hacen todo pensando en sí mismos. Nadie hace el mal por el gusto de hacerlo, normalmente lo hacen por desesperación, se encierran en sí mismos y se ocultan. Tras su renuncia interior, su vida se vuelve monótona y sin brillo, se odian a sí mismos y odian a los demás.

Influir para que el trabajador regrese a casa con la frente en alto mejora su vida familiar. Las empresas éticamente orientadas se encuentran en los lugares más exitosos a largo plazo.

El orden, la justicia y la paz, son hijas del dios Zeus, un clima de trabajo tranquilo y agradable permite trabajar con concentración y serenidad.

Dar gracias modifica la conciencia, el clima de trabajo que surge de la gratitud constante atrae a las personas. Los estados de animo buenos o malos se contagian y es necesario tenerlo siempre presente.

Mi Conclusión

De todas las magníficas ideas que obtuve de este libro, es la claridad de exponer los detalles más importantes de la administración de una empresa, que son las relativas al manejo de personal, con claridad y recomendaciones prácticas y de fácil implementación.

Me hubiera gustado haber leído este libro en mi época de directivo empresarial, por lo que lo recomiendo ampliamente para leerlo a los actuales directivos de empresas de cualquier tipo en donde esté involucrado personal.


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