Inteligencia Social: El Instinto de Altruismo

Inteligencia Social, de Daniel Goleman. Notas Sobre el Libro: El Instinto de Altruismo

Notas sobre el Libro de Daniel Goleman.

Entrega 2 de 6.

Leer la entrega anterior: Inteligencia Social: Introducción.

Tiempo de lectura: 7 minutos.

De los muchos factores en juego del altruismo, uno crítico, parece ser sencillamente tomarse el tiempo para prestar atención, nuestra Empatía es más fuerte en la medida que nos concentramos completamente en alguien y entonces nos concentramos y compenetramos emocionalmente. Sencillamente prestar atención nos permite construir una conexión emocional. Si falta la atención la empatía no tiene la menor oportunidad. Simplemente darse cuenta de la desdicha de alguien nos puede hacer sentir impulsados a ayudar.

Sin embargo, en las grandes ciudades los citadinos aprenden a superar la angustia de ver a alguien en estado penoso con solo retirar la mirada, apartando la atención, el cierre de muchos hospitales mentales ha convertido a las calles en salas psiquiátricas. Cuando una persona ve a otra lo suficiente como para sentir empatía, lo más probable es que se ofrezca a ayudar y cuando alguien ve un acto de bondad, típicamente despierta en esa persona el impulso de también llevarla a cabo.

La Sintonización

Si estamos rígidos o preocupados no podemos registrar el brillo de los ojos de alguien, el asomo de una sonrisa o los tonos cálidos de su voz, todos ellos canales para enviar mensajes de amistad. Una explicación técnica de esta dinámica enfoca los límites de la atención misma. La memoria en funcionamiento o la cantidad de memoria que podemos fijar en cualquier momento dado, reside en la corteza prefrontal, la ciudadela del camino alto, este sistema de circuitos juega un papel adjudicando nuestra atención, buscando por ejemplo en la memoria para saber qué decir y hacer al mismo tiempo que atiende las señales entrantes y altera nuestras respuestas en consecuencia.

Las preocupaciones roban la atención y nos apartan de cualquier otra cosa de la que nos estemos ocupando. Mientras que cuanto más atentos estemos, con mayor agudeza percibimos el estado interior de otra persona, a la inversa, cuanto más preocupados estemos menos agudamente podemos entrar en Empatía. La abstracción en uno mismo mata la empatía y ni que hablar de la compasión, cuando nos concentramos en los demás el mundo se expande.

Compasión Instintiva

Virtualmente desde el nacimiento cuando un bebe escucha llorar a otro angustiado, comienzan a llorar como si el también estuviera angustiado. La empatía lubrica la sociabilidad y nosotros los humanos somos el animal social por excelencia.

Un Ángel Sobre la Tierra

La empatía trae el grado de compartir emociones, un requisito esencial para de verdad comprender al mundo interior de cualquier persona. Las neuronas espejo son las que dan la riqueza de la empatía, el mecanismo fundamental que hace que ver a alguien experimentando dolor de verdad nos duela. Literalmente empatía significa «sentir dentro» sugiriendo una imitación de los sentimientos de la otra persona. Los neurocientíficos dicen que entre más activos los circuitos de las neuronas espejo de una persona mayor será su empatía. En la psicología de hoy empatía es la sutileza en tres sentidos:

  1. Conocer los sentimientos.
  2. Sentir lo que otro siente.
  3. Responder compasivamente.

Como una secuencia 1-2-3 te veo, siento contigo y entonces me activo para ayudarte. Toda comunicación requiere que lo que le importe al transmisor, también le importe al receptor.

Todos los humanos tenemos una mente que no soporta ver el sufrimiento de otros. Cuando vemos a alguien en aflicción circuitos similares reverberan en nuestro cerebro en resonancia empática de grueso calibre que se convierte en el preludio de la compasión. Nuestro cerebro ha sido preparado para la bondad. Automáticamente vamos en ayuda de un niño que grita de terror o queremos abrazar a un niño que sonríe.

Escuchar la historia triste de alguien activa en quien escucha la amígdala y circuitos relacionados con la tristeza. Nuestras percepciones iniciales nos preparan para la acción y ver nos prepara para hacer. Sentir cualquier emoción provoca la necesidad de la relación.

Cuando vemos a alguien expresar temor nuestro propio cerebro activa los circuitos para el miedo. El contagio emocional hace algo más que sencillamente esparcir sentimientos, automáticamente prepara al cerebro para la acción adecuada. Pese a todo, los humanos heredamos un prejuicio biológico que es más fuerte hacia la bondad, la compasión, el amor y al alimento más que a la mezquindad de los sentimientos de la ira y la envidia, ser grosero, agresivo o violento, que nos da un sentido ético innato, es un rasgo biológico de nuestra especie.

Anatomía de un Beso

Una pareja recuerda vívidamente el momento de su primer beso, un hito en su relación. El preludio Neurológico para un beso parecen ser las largas miradas, los ojos son las ventanas del alma nos dice la neurociencia y ofrecen el asomo a los sentimientos más íntimos de una persona. Los ojos contienen proyecciones nerviosas que llevan directamente a una estructura clave para la empatía y las emociones de imitación, la zona orbitofrontal de la corteza prefrontal (COF) que es especialmente sensible a las señales cara a cara con el contacto visual.

La COF tiene neuronas que están reguladas para detectar emociones en el rostro de alguien o para comprenderlas a partir del tono de voz y conectar los mensajes sociales con la experiencia visceral: las dos personas sienten que se gustan y le asignan un valor de hedonismo a su relación social.

La Velocidad del Camino Bajo

“Entré en la sala de espera en donde ella estaba y de inmediato sentí que mi fisiología se instalaba”, cuando se hace un juicio tan instantáneo se debe al funcionamiento de las neuronas fusiformes que sospechan ahora los neurocientíficos son la velocidad de la intuición social. Las dimensiones gigantescas de las fusiformes aseguran una transmisión a altísima velocidad, conectan la COF con la corteza cingulada anterior (CCA).

La CCA dirige nuestra atención y coordina nuestros pensamientos, nuestras emociones y la respuesta al cuerpo a nuestros sentimientos. Este es el centro de comando Neurológico. Estas células fusiformes son ricas en receptores de serotonina, dopamina y vasopresina que juegan papeles clave en la unión con otros, en el amor, en nuestros buenos y malos estados de ánimo y en el placer. Funcionan a alta velocidad haciendo juicios de agrado/desagrado en milisegundos y se puede decir es nuestro sistema de guía social.

Incluso cuando el cerebro este en reposo, cuatro zonas permanecen activas, como motores nerviosos en primera marcha, preparados para una respuesta rápida y están involucrados en los juicios sobre las personas interactuando. Este circuito se pone rápidamente en funcionamiento de agrado/desagrado y predice el curso de la relación.

Elecciones del Camino Alto

Mientras que la ruta baja da una afinidad emocional, instantánea, la ruta alta genera un sentimiento social más sofisticado.

El Camino Económico

No es cierto que el humano siempre tratara de maximizar sus ganancias, las personas a veces están dispuestas a perder un mes de salario solo para castigar una oferta o situación injusta. El camino alto confía muchísimo en la corteza prefrontal, crítica para el pensamiento relacional y siempre está vigilando su frontera con los centros impulsivos emocionales del camino bajo, como la amígdala en el cerebro medio.

Durante las interacciones persona a persona nos compenetramos, obtenemos constante retroalimentación, fundamentalmente de las expresiones faciales y el tono de voz de la otra persona que nos dice instantáneamente si vamos bien o no.

El camino alto hacia la elección significa que tenemos la voluntad de responder como queramos incluso a un contagio no deseado. En lugar de inundarnos de alguien lleno de miedo podemos mantenernos calmados. El camino bajo ofrece la primera opción, pero el camino alto decide a donde iremos a parar.

Los Recuerdos

Nuestros recuerdos son reconstrucciones, a nivel celular, recuperar un recuerdo significa que será reconsolidado, levemente modificado desde el punto de vista químico por una nueva síntesis proteica que ayuda a almacenarlo de nuevo.

El Cerebro Social

Desde el punto de vista de la neurociencia, el cerebro social se refiere a una serie de circuitos que se orquestan cuando las personas se relacionan entre sí. Representa la mayor interconectabilidad del cerebro y no está localizada en un solo punto sino distribuida en gran parte del cuerpo, por ejemplo, la serotonina es un neurotransmisor que genera sentimientos de bienestar en el cerebro, pero esa misma substancia también regula los intestinos.

Así una misma molécula regula tanto la digestión como la felicidad. Para ejecutar una interacción cara a cara, la vasta red del cerebro social crea un conducto Neurológico común.

¿Qué es la Inteligencia Social?

Es la brillantez para relacionarse, quien tiene la habilidad de transformar la química emocional de un rango negativo a uno positivo. Tiene dos piedras angulares: la Empatía y la Habilidad Social. No se puede separar la causa de una emoción del mundo de las relaciones, nuestras interacciones sociales son las que mueven a nuestras emociones e incluyen dos categorías: La conciencia social, lo que percibimos sobre los otros y la facilidad social que es lo que hacemos en consecuencia con esa conciencia.

Inteligencia Social

Conciencia Social

Desde percibir el estado interior de otra persona, comprender sus sentimientos y pensamientos y captarlos en situaciones sociales complicadas.

Empatía Primaria

Sentir a los otros, leer señales no verbales.

Armonización

Escuchar con absoluta receptividad.

Precisión Empática

Comprender los pensamientos, los sentimientos y las intenciones de la otra persona.

Conocimiento Social

Saber cómo funciona el mundo social.

Facilidad Social

Solo percibir cómo se siente o saber lo que se piensa no garantiza relaciones fructíferas. La facilidad social se erige sobre la toma de conciencia social e incluye:

Sincronía

Interactuar fluidamente a nivel verbal.

Auto-Presentación

Presentarnos eficazmente.

Influencia

Moldear el resultado de las interacciones sociales.

Preocupación

Preocuparse por las necesidades de los demás.

Empatía Primaria

Es la habilidad para leer las emociones de otra persona. Esta variedad de empatía es una capacidad del camino bajo y ocurre rápida y automáticamente, es intuitiva a nivel de las entrañas, activadas por las neuronas espejo. Las mujeres cumplen mejor esta dimensión de empatía y mejora con el tiempo, pulida por las situaciones de la vida.

Sintonización

Es una habilidad que va más allá de una empatía momentánea y llega a ser una presencia completa y sostenida que facilita la afinidad. Le ofrecemos a una persona nuestra atención absoluta y la escuchamos absolutamente, procurando entenderla en lugar de dejar sentada nuestra opinión. Podemos facilitar la sincronización simplemente prestando más atención intencionalmente.

Escuchar de Verdad

Es una presencia sin agenda tratando de comprender y prefiriendo cultivar una relación en que se confía en su consejo. Escuchar bien distingue a los mejores líderes, gerentes, maestros y vendedores. La enajenación y las preocupaciones disminuyen nuestra atención de modo que somos menos capaces de reparar en los sentimientos y necesidades de las otras personas y mucho menos responder con empatía.

La incapacidad para sintonizar extingue la afinidad. Abandonar el soñar despierto y concentrarse con la persona con quien uno está, alineando las emociones y maximizando la probabilidad de los otros ingredientes como la sencillez para lograr la afinidad.

Precisión Empática

Representa según algunos, la experiencia esencial en la inteligencia social se construye a partir de la empatía primaria, pero agrega la toma de conciencia plena de lo que la otra persona siente y piensa. La toma de conciencia de las intenciones de alguien, permite una empatía más aguda, de modo que podemos predecir lo que esta persona hará.

Conocimiento Social

Es el cuarto nivel de la conciencia social, es el conocimiento de cómo funciona la realidad del mundo social. Comprender las normas no habladas que gobiernan la interacción es crucial para las interacciones con alguien de cultura diferente. Alguien brillante en el conocimiento social pero que carezca de la drástica facilidad social seguirá siendo dolorosamente un inepto con las personas.

Sincronía

La Sincronía nos permite deslizarnos en la danza no verbal con la otra persona, la falta de Sincronía sabotea la competencia social arrojando las interacciones por la borda, desde sonreír o asentir en el momento preciso, sencillamente orientar el cuerpo hacia la otra persona incrementa la aceptación.

Auto-Presentación

Es la habilidad para dejar «la impresión deseada». El carisma es un aspecto de la Auto presentación, comprende la habilidad de despertar emociones que se transmiten, contagio emocional de una figura carismática cuando embelesa a una multitud.

Para esto la sociedad tiene normas fáciles sobre cómo expresar emociones, por ejemplo, se aprueba que una mujer llore en público con temor o tristeza, o que el hombre exprese ira, pero no que llore.

Influencia

Es la capacidad de moldear constructivamente el resultado de una interacción utilizando el tacto y el autocontrol, modulando el impulso agresivo con la empatía, el conocimiento social y el reconocimiento de las normas que funcionarán en una situación dada, con una dosis adecuada de expresividad. La discreción social nos permite encajar donde estemos dejando menos ruido emocional a nuestro paso.

Preocupación

La preocupación refleja la capacidad de compasión de una persona a diferencia de los tipos antisociales que no les preocupa el sufrimiento de los demás.

Educar el Camino Bajo

La detección de las micro expresiones faciales en los demás ayuda a entenderlas mucho mejor. Esta habilidad puede ser aprendida, para aplicarla en las interacciones humanas, sabiendo leer esas señales afectivas que funcionan por el camino bajo, se puede llegar a la perfección practicando.

Reconsideración de la inteligencia Social

Ahora la neurociencia ha estudiado la base neurológica del IQ y la habilidad interpersonal que comprendan los talentos del camino bajo, incluyendo las capacidades para entrar en sincronización para escuchar sintonizados y para la preocupación empática.

Leer la tercera entrega «Inteligencia Social: Lazos Rotos«.


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